28 edificios que definen el siglo XX

"Rechazaron todo lo convencional, pero ahora pueden ser canonizados por el organismo más alto del establishment, la Unesco". Así, con ironía, se refirió ayer Hubert Jan Henket, presidente de la asociación internacional de conservación de la arquitectura del movimiento moderno (Docomomo) a la propuesta de la Unesco formulada en 1994 de elaborar una lista con las mejores obras del citado movimiento con vistas a su posible declaración como Patrimonio Mundial. Henket enumeró los 28 edificios y las obras de cuatro arquitectos en la inauguración del encuentro internacional La arquitectura y las ciudades en el siglo XXI, organizado por la Fundación III Milenio en el nuevo Palacio de Congresos de Valencia, diseñado por Norman Foster.

Más de 1.200 expertos (entre arquitectos, historiadores y técnicos) de 36 países han participado en la confección de la lista con las obras recomendadas. Docomomo es una organización internacional para la documentación y conservación de edificios y lugares de interés arquitectónico del Movimiento Moderno, definido a principios de siglo con la eclosión de la producción industrial en serie y el entusiasmo por las nuevas tecnologías. Una nueva concepción del espacio, que se nutre también del racionalismo, el hormigón y el vidrio como materiales básicos caracterizan el movimiento representativo de la cultura arquitectónica del siglo XX.Hasta ahora, tan sólo algunos ejemplos de arquitectura del siglo XX, como la ciudad de Brasilia, diseñada por el arquitecto Oscar Niemeyer y el urbanista Luis Costa, y la Bauhaus, de Walter Gropius, han sido declaradas Patrimonio Mundial. Las obras recomendadas por la asociación internacional Doco-Momo son las siguientes: Pampulha complex, de Niemeyer, y Garden, de Burle Marx, ambas en Belo Horinzote (Brasil); Habitat 67, de Safdie y otros, en Montreal (Canadá); La Casa Müller, de A. Loos, en Praga (República Checa) y La Torre de la Compañía Bat"a en Zlin (República Checa); El Ayuntamiento de Arhus (Dinamarca), de Jacobsen y Moller; Las Escuelas de Carl Marx, de A. Lurçat, Villejulf-París, y la Ciudad Recontruida, de A. Perret, en Le Havre (Francia); El instituto de la vivienda, de E. May, en Francfort; La Casa Schminke, de H. Scharoun, en Llöbau; La Torre Einstein, de Mendelsohn, en Potsdam; Weissenhof Estate, de Mies van der Rohe, Behrens, Le Corbusier y otros, en Stuttgart (todas ellas en Alemania); Casa del Fascio, de G. Terragni, en Como, y el Pabellón de la Exposición, de Nervi, en Turín (ambos en Italia); La torre de Nagaking, de Kurokawa, y Pabellón Olímpico, de Tange, en Tokio (Japón); Orfato, de A. van Eyck, en Amsterdam; Las Fábricas Van Nelle, de Brinkman y van der Vlugt, en Rotterdam, y La Casa Schröder, de Rietveld, Utrecht (Holanda); La Casa Colectiva Narkomfin, de Ginzburg, y El Club Russakov, de Melnikov, en Moscú (Rusia); El Bloque de Apartamentos Doldertal, de A & E. Rothy y Breuer, en Zúrich (Suiza); El Pabellón de la Warr, de Medelsohn y Chermayeff, en Bexhill, y Highpopint I+II, de B. Lubetkin & Tecton, en Londres (Reino Unido); Lever House, de Bansheff, en Nueva York; La Casa Estudio número 8, de CH. & R. Eames, en Pasific Palisades, y La Fundación del Banco de Filadelfia, de Howe & Lescaze, y el Edificio de Investigación Médica Richards, de Kahn, en Filadelfia (EE UU).