Ensayos de cirugía con realidad virtual

La realidad virtual no sirve sólo para entrenar pilotos aeronáuticos o crear sofisticadas atracciones en parques temáticos. El Centro de Investigaciones Tecnológicas Labein va a desarrollar un sistema de realidad virtual para el entrenamiento de intervenciones quirúrgicas. El proyecto está dirigido a estudiantes, médicos residentes y cirujanos experimentados. La aplicación de este sistema permitirá adquirir y practicar las habilidades necesarias para distintos métodos de operación, sobre todo la cirugía laparoscópica e histeroscópica. Estas dos técnicas permiten realizar una pequeña incisión en el abdomen a través de la cual se introduce una microcámara, pinzas e instrumentos quirúrgicos para realizar la operación. El resultado de estos métodos se caracteriza por una recuperación del paciente mucho más rápida, con menos cicatrices y un menor peligro de infección. En este proyecto, además de Labein participan el Instituto Tecnológico Fraunhofer IGD de Alemania y el Instituto de Ingeniería Biomédica de Oporto, como proveedores de la tecnología necesaria, y los hospitales de Basurto, Frankfurt y Sao Joao de Oporto, en cuyos departamentos de ginecología y obstetricia se aplicará el sistema. Para médicos especialistas Iñaki Brouard, representante del proyecto en el Hospital de Basurto subraya la diferencia que existe en los entranamientos de cirugía convencional y realidad virtual. "La cirugía tradicional supone un entrenamiento mucho más abierto y sencillo. Se puede palpar, sujetar o reconocer la textura de un tejido. Un cirujano, cuando opera, es él mismo el que separa e incluso tocando puede enseñar a su ayudante lo que está haciendo". "El entrenamiento a través de realidad virtual", añade Brouard, "nos pareció un proyecto muy interesante para los médicos especialistas, pero no es tan sencillo porque operas en un espacio muy limitado y en dos dimensiones". El plazo de ejecución del proyecto es de 3 años y cuenta con un presupuesto de 2,5 millones de euros (unos 420 millones de pesetas) de los que 120 corresponden a Labein y al Hospital de Basurto. El 50% de dicho presupuesto está subvencionado por la Unión Europea. En este sistema trabajan doce personas, de las cuales cuatro pertenecen a Labein. Mikel Emaldi, responsable del Departamento de Tecnologías de la Información de Labein, señala que "la novedad de este nuevo sistema es la mezcla de la realidad virtual como tal con un desarrollo de simulación para el entrenamiento de los usuarios". El sistema de entrenamiento asistido por ordenador combina la tecnología multimedia con la realidad virtual. Se trata de un equipo inteligente capaz de detectar los puntos débiles del alumno e insistir en ellos hasta que sean corregidos. Aunque el proyecto se centra en la cirugía, gran parte de la tecnología desarrollada en él es genérica, es decir, se puede aplicar a sistemas de entrenamiento inteligentes en una gran variedad de aplicaciones. Graduar las dificultades A diferencia de las fórmulas clásicas, el entrenamiento médico simulado proporciona una interacción intuitiva y muy realista y permite controlar el procedimiento, introducir dificultades especiales y evaluar el progreso. La información multimedia, con vídeo, audio y tacto mejora el proceso de entrenamiento y su realismo. Y sobre todo permite al usuario repetir un procedimiento muchas veces antes de enfrentarse a un paciente real. En la evolución de los sistemas de entrenamiento convencionales se observa una mayor utilización de sistemas informáticos para complementar la actividad y conseguir una formación mucho más extensa de los alumnos. Los más modernos son capaces de adaptarse al rendimiento de cada alumno concreto, reforzando los temas que más le cuestan y pasando más rápidamente por aquellos que conoce mejor. Normalmente estos nuevos sistemas cuentan con algún tipo de simulador de proceso físico (un maniquí, generalmente) sobre el que se realiza el entrenamiento y cuyo objetivo es dardar el mayor realismo a los casos y ejercicios. Una ventaja de estos simuladores es que no sólo permiten al alumnos ejercitarse en los casos más habituales, sino también con otros más extraños que son difíciles de encontrar en la realidad. Cuando suceden, los operarios, o no saben enfrentarse a ellos o no se ven capacitados para resolver el problema. Un ejemplo claro de esta dificultad es el caso de malfunciones en las plantas térmicas. Es difícil entrenar a los operarios sobre qué hacer cuando se revienta una tubería por el peligro que supondría hacer un ejercicio real. Por esta razón Labein desarrolló en 1995 un sistema de entrenamiento para los operadores de este tipo de grandes plantas industriales. En la central térmica de Santurce se instaló un simulador informático para el entrenamiento tanto en casos de operación normal como en caso de accidentes. Este mecanismo, al igual que el simulador de operaciones quirúrgicas, controla de forma "inteligente" los ejercicios prácticos. Este proyecto también contó con subvención europea y participó Iberdrola y varias empresas extranjeras especializadas en el sector. Labein está trabajando en la actualidad en el desarrollo de una aplicación que permite a las personas invidentes utilizar el programa informático de diseño industrial CAD mediante un equipo de palpadores.