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Reformas clave para tres regiones de casi monocultivo

Aceite de oliva, plátano y tabaco constituyen tres reformas clave para el sector agrario español, no sólo por el volumen de sus producciones sino por su importancia en otras tantas regiones donde constituyen su eje económico, en algunos casos con carácter de monocultivo.Aceite de oliva. Para el sector del aceite hay tres puntos clave que debería contener la nueva Organización Común de Mercado (OCM) y en los que el sector se juega la posibilidad de perder en el futuro unos 140.000 millones de pesetas: cuota suficiente de acuerdo con su producción, precios y política de intervención y prohibición de las mezclas.

Si no es posible una sola cuota comunitaria, España necesita una muy superior a las 625.210 toneladas propuestas por la Comisión. Incluso aunque la cuota fuera de 750.000 toneladas, la ayuda se reduciría aproximadamente un 40%, lo que significa dejar de ingresar unas 90 pesetas por kilo, equivalentes a un total de 90.000 millones de pesetas. El objetivo de España debe ser lograr la cuota máxima más cercana al millón de toneladas.

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El sector necesita una política de precios y compras públicas. Este año, con una campaña récord de 1,1 millones de toneladas, los precios se han mantenido en torno a los niveles de intervención, unas 270 pesetas por kilo. Si no hubiera esa red en el futuro, los precios podían bajar unas 50 pesetas por kilo, lo que supone rebajar los ingresos en unos 50.000 millones de pesetas. Finalmente, es fundamental que se prohíban las mezclas de aceite de oliva con otros aceites y que se persiga el fraude.

Plátano. La Organización Mundial de Comercio (OMC) falló el último año contra el contenido de la OCM del plátano tras el recurso presentado por algunos países productores del área del dólar, encabezados por Estados Unidos. La OCM actual contempla la importación desde esos países de 2,2 millones de toneladas con un arancel reducido de solamente 75 ecus, contingente que aumentó en otras 353.000 toneladas por la ampliación de la UE. Para la importación de estos volúmenes, la OCM mantiene un sistema para el reparto de licencias por el que el 66,5% de las mismas se concede a los exportadores históricos y el 30% a otros operadores en función del volumen de plátano comunitario que comercializasen.

Con esta medida, la UE trataba de proteger los precios de los plátanos comunitarios. Tras el fallo de la OMC, Bruselas eliminará el actual sistema para la adjudicación de ese 30% de las licencias, lo que afectará negativamente a los precios. Para compensar esa situación, España pide aumentar la ayuda directa para defender sus ingresos y evitar la reducción del cultivo.

Tabaco. En la OCM, para el tabaco la principal preocupación del sector se centra en la ofensiva comunitaria para rebajar superficies de siembra. En este caso, la Unión Europea no pretende una reducción frontal de las cuotas, actualmente de 42.300 toneladas. España rechaza la pretensión comunitaria de que se establezcan primas por abandono. Bruselas plantea comprar las cuotas de quienes opten por abandonar y, de esta forma, ir reduciendo las superficies de cultivo. El sector rechaza este planteamiento y, en el peor de los casos, aboga por que esas toneladas de cuota que se abandonen se entreguen a los agricultores jóvenes.

La UE ha impuesto la división de la prima actual en dos tramos. Una parte de la prima se pagaría con carácter general a todo kilo de tabaco producido y, aproximadamente, entre el 35% y el 40% se pagaría solamente en función de la calidad del producto.

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