El Parlamento Europeo vuelve a exigir que aumenten las ayudas al aceite de oliva
El Parlamento Europeo aprobó ayer por 135 votos a favor y cinco abstenciones su segundo dictamen sobre la reforma del aceite de oliva. Como en la primera votación, el Parlamento defiende que se aumenten las ayudas al sector para subvencionar un total de 1,8 millones de toneladas anuales, frente a los 1,56 millones de toneladas que propone el comisario Franz Fischler. Aunque este dictamen no es vinculante, supone una importante baza política para presionar a los ministros de Agricultura de los Quince en favor de un aumento de las ayudas al aceite.
La votación, realizada en Estrasburgo en una Cámara prácticamente vacía (apenas uno de cada cuatro diputados estaba presente), permite cumplir el preceptivo trámite del dictamen parlamentario y abre las puertas a que el Consejo de Ministros de Agricultura tome una posición definitiva la semana próxima.Supone asimismo un balón de oxígeno para las posiciones españolas, aunque finalmente el dictamen recoge a su vez la principal aspiración italiana: que las ayudas se adjudiquen a partir de cuotas nacionales. El dictamen no lo dice con tanta rotundidad como en la primera votación, antes de que la Comisión presentara su propuesta definitiva de reforma, pero lo recoge con claridad al defender que "las ayudas se distribuirán entre los Estados miembros".
Minoría de bloqueo
La Eurocámara descartó la propuesta de los socialistas españoles de que la Comisión Europea volviera a presentar una propuesta de reforma, a la vista de que el dictamen diverge mucho de la propuesta del comisario Franz Fischler y éste se limitó a declarar en la Cámara que ve las cosas "con simpatía", pero sin comprometerse a apoyar las tesis del Parlamento. La propuesta de devolver la reforma a Bruselas generó indignación en las filas del Partido Popular, desde donde se ve con pánico político que la polémica sobre el aceite siga planeando varios meses sobre la opinión pública española y afectando los humores del electorado de Andalucía, el mayor semillero de votos de España.La indignación de los eurodiputados del PP fue tan grande como el desconcierto provocado durante todo el tiempo por la ministra española, Loyola de Palacio, en la Eurocámara. La ministra defendió primero una reforma rápida. Luego pidió a los eurodiputados españoles que intentaran retrasar al máximo el primer dictamen. Y al final, cuando había consenso en España para retrasarlo y permitir que se incluyeran las cifras de la presente cosecha, la ministra volvió a inclinarse por el pacto rápido.
La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, señaló su decisión de oponer una minoría de bloqueo a la propuesta de reforma si durante la reunión del próximo Consejo de Ministros no logra un texto favorable a los planteamientos españoles.
Según declaraciones de la ministra, la UE no puede aprobar una reforma en contra de España como primer país productor de aceite de oliva de la UE y del mundo. Este planteamiento es compartido, según Loyola de Palacio, por Alemania, desde donde se apoyaría la posición española. La ministra no ha concretado con qué otros apoyos podría contar para conseguir esa minoría.
Más allá de las guerrillas políticas, lo más importante para el sector es que el Parlamento Europeo reclama que se mantenga el precio de intervención cuando haya exceso de oferta en el mercado y que se aumente la cantidad máxima garantizada con derecho a subvención a 1,8 millones de toneladas. Ahora es de 1,35 millones y la Comisión propone que se eleve a 1,562 millones, suprimiendo las ayudas al consumo y las ayudas a tanto alzado a pequeños productores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.