Colombia defiende en la cumbre antidroga la soberanía nacional

La sesión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas entró ayer en su segunda jornada, antes de firmar hoy un plan global de lucha contra la droga para los próximos diez años. Los 135 países participantes están de acuerdo en que hay que estrechar la cooperación e incrementar el control del blanqueo de dinero, pero EEUU no puede ocultar su escepticismo ante las grandes declaraciones de voluntad de la comunidad internacional, mientras que países como Colombia y México han puesto sobre la mesa la cuestión de la soberanía nacional.Ayer el ministro español de Interior Jaime Mayor Oreja mantuvo una reunión bilateral con el zar antidroga de EEUU, Barry McAffrey. McAffrey no tiene claro que vaya a funcionar el plan de erradicación de las plantaciones de coca y opio que quiere implementar el italiano Pino Arlacchi, el máximo responsable de la ONU en materia de drogas. Arlacchi quiere que la ONU dé 2.500 millones de dólares durante los próximos diez años a los países productores de droga para que ayuden a sus productores de droga a pasarse a cultivos legítimos.

El coste total de la política mundial contra las drogas que se quiere impulsar con esta cumbre podría ascender a 3.000 o 4.000 millones de dólares (hasta 600.000 millones de pesetas). McAffrey cree que los cultivos de drogas sólo se pueden eliminar mediante "voluntad política y aplicación de la ley", como ha ocurrido en el caso de Perú, que pone como máximo ejemplo. Y, en todo caso, añadió, "es un problema de soluciones de la comunidad regional, no de financiar un desarrollo económico alternativo".

El plan tampoco convence al presidente estadounidense Bill Clinton ni al Congreso, dominado por el partido republicano. EEUU tampoco quiere financiar en este aspecto a países donde se considera que no se respetan los derechos humanos, como Birmania o Afganistán.

El presidente de Colombia, Ernesto Samper, dijo en una rueda de prensa ayer que la medida extrema de fumigar las plantaciones de coca no es solución a largo plazo porque "si no hay un programa alternativo que ofrecer al campesino, no tendrá más opción que volver a plantar coca". Samper añadió que los campesinos colombianos ganan diez veces más dinero con ese producto que por ejemplo con el maíz, y dejó caer, en referencia a EEUU, que ningún país se puede convertir en el árbitro de los demás en cuestión de drogas y narcotráfico. El lunes, también el presidente mexicano Ernesto Zedillo hizo referencia al respeto de la soberanía nacional frente a ciertas actitudes de la lucha antidroga desplegadas por los estadounidenses.

Hoy se espera aprobar una declaración que establezca objetivos concretos para el año 2008 En la segunda jornada de la cumbre, ayer en Nueva York, siguieron las intervenciones de los distintos jefes de estado ante la Asamblea General, todos con un mensaje prácticamente idéntico. Además hubo tiempo para reuniones bilaterales entre las distintas delegaciones, como la que mantuvo el ministro de Interior español Jaime Mayor Oreja con Barry McCaffrey. A la reunión, en la que se trataron cuestiones de cooperación entre España y EEUU, asistió también el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles.