Mariscal busca un acuerdo para que vuelvan los presos españoles en Marruecos

En el infierno de las cárceles marroquíes quedan aún 108 presos españoles. Aunque un convenio bilateral permite que cumplan sus penas en España, muchos presos no pueden acogerse a él mientras no paguen las multas que se les imponen junto a las penas de prisión. Para solucionar su situación, la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, viajará el próximo día 22 a Marruecos con un reto: conseguir un acuerdo con el Ministerio de Justicia marroquí que mejore la situación de los presos españoles y que ofrecerá dos opciones. O que las autoridades marroquíes acepten rebajar las sanciones administrativas que imponen a los condenados (que muchas veces superan los 400.000 dirhams, es decir, unos seis millones de pesetas) o que se consiga sustraer la obligación de pagar las multas cuando se aplica el Convenio de traslado de personas condenadas a España. Esta última permitiría que muchos de los condenados, que incluso han cumplido ya la pena impuesta, regresaran de inmediato.

El senador socialista Ignacio Díez considera que la ministra apostará con fuerza por la supresión de las sanciones. Sobre todo, porque las situaciones límites que se producen con los presos vienen condicionadas por la imposibilidad de pagar las multas.

Es el caso de G. Sánchez, que necesita desesperadamente regresar a casa. Sus piernas están en juego. Sufre un problema de circulación que, de no ser tratado de inmediato, sólo podrá erradicarse con la amputación. Pero G. Sánchez no tiene los tres millones de pesetas que las autoridades marroquíes le exigen para poder acogerse al convenio. Él es uno de los presos insolventes cuya última esperanza está en la visita de la ministra de Justicia.

Mariscal de Gante aprovechará su visita a Marruecos para firmar también acuerdos de colaboración con el Ministerio de Justicia: de formación de jueces y de mejora de infraestructuras jurídicas. Quizás, nuevos pasos para acabar con el infierno.