La culminación y el principio
Quienes aman los textos de nuestros clásicos van poco a poco formando un peculiar grupo de amigos con sus leyes no escritas y sus códigos y sus manías. Si dos de ellos se encontraran discutiendo si el Quijote se inspira o no se inspira en un relato publicado anteriormente, justo en el momento en que el mundo se estuviera yendo definitivamente al garete, seguro que el mundo se va al garete y ellos permanecen impertérritos, enfrascados en su asunto. Tal es la pasión que, de tanto en tanto, manifiestan que igual la ubicación de una palabra se convierte en un asunto de vida o muerte. A algunos académicos les salen chispas de los ojos cuando se trata, por ejemplo, de Cervantes. Buena parte de su tiempo lo pasan en las despensas de la literatura: ahí abajo, donde se trabaja por devolver la vida de unas obras del pasado al barullo del presente. Y por eso, tal vez, celebran ediciones como esta última de El Quijote, por todo lo que hay en ella de reencuentro con el vigor de una escritura servida con transparencia.Este Quijote es el número 50 de la Biblioteca Clásica que publica la editorial Crítica. Si uno rasca un poco, no tarda en encontrarse con el llamado Centro para la Edición de Clásicos Españoles, adscrito a la Fundación Duques de Soria, y que se constituyó en 1991 con el designio de «realizar o favorecer los estudios o proyectos que conduzcan a la publicación de los clásicos españoles en ediciones de la máxima calidad filológica». Detrás de la verborrea de propósitos, no hay otra cosa que un grupo de amigos, de esos que aman a nuestros clásicos. Y que se han embarcado en el lío de publicarlos con rigor. El Quijote es un punto culminante de un proceso que viene de atrás, «pero es sólo el principio», como afirma Francisco Rico. En el futuro se anuncian otras grandes empresas. La Celestina, Fortunata y Jacinta o la impresionante prosa de Bernal Díaz del Castillo son algunos de los proyectos. Ese tipo de proyectos que consiguen que salten chispas de los ojos de esas grandes autoridades de la lengua.
Babelia
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