De Palacio reclama ahora "más que nunca" el apoyo del sector aceitero

"Necesito, más que nunca, el respaldo de todos los sectores y todos los grupos". La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, reclamó ayer desde Jaén el apoyo en la recta final de la negociación de la reforma de la OCM del aceite de oliva. Una reforma que, dijo, no está terminada "aunque a algunos les gustaría que salieran las cosas tal cual para protestar y rebañar un puñado de votos". Las alusiones de la ministra al PSOE y UPA fueron constantes, aunque en ningún momento pronunció las siglas.

Al PSOE y a UPA se refirió la ministra cuando indicó que hay quienes creen que no se puede mejorar la situación actual y, sobre todo, cuando sonrió al indicar que los que piden su dimisión lo hacen porque no se les ocurre otra cosa mejor ante los problemas. En la movilización del pasado día 14 UPA y Coag pidieron públicamente que Loyola de Palacio deje Agricultura. El mensaje de Loyola de Palacio en Jaén se centró en dos aspectos. Asegurar que se puede mejorar la reforma que ahora hay sobre la mesa y destacar que se han conseguido mejoras respecto a las primeras propuestas. La ministra participó anoche en un acto del PP y posteriormente en el Foro Jaén donde se sometió a las preguntas de los asistentes. UPA emitió un comunicado mostrando su desacuerdo con la presencia de la ministra en Jaén y anunciando que no acudiría a su conferencia. La ministra no está dispuesta a dejar la negociación en manos del presidente del Gobierno, José María Aznar, como han reclamado los componentes de la Mesa del Aceite. La decisión sobre la reforma, resaltó, se toma en el consejo de ministros de Agricultura, y allí es donde está ella. "Y punto", sentenció poniendo énfasis en la idea de que no piensa dejar la OCM del aceite en manos de nadie. Loyola de Palacio advirtió que no se siente descalificada para la negociación. "Espero un resultado razonable". Y si éste se consigue no se opondrá a que la reforma entre en vigor la próxima campaña, es decir, en el mes de noviembre. Este año, explicó, la ayuda que se ha conseguido es de 150 pesetas por kilo, si se aumenta "los primeros interesados en que entre en vigor la próxima campaña seremos nosotros". Las 625.000 toneladas que se le asignan a España como cantidad máxima no le gustan nada a la ministra, pero en cambio resaltó que ya suponen pasar de 125.000 a 150.000 millones de subvención. También defendió la subvención que se anuncia para la aceituna de mesa. Quedan en el baúl de las reclamaciones el mantenimiento del sistema de intervención y la prohibición de las mezclas. La ministra reclamó que el sector que ponga cuando antes a la tarea de afrontar la comercialización.