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DESASTRE ECOLÓGICO

Los ecologistas piden la retirada, urgente pero con garantías, de los lodos contaminados

Un responsable del parque nacional dice que sanearlo costará 30.000 millones

La primera medida práctica que las administraciones deben afrontar es la retirada de los lodos contaminados, según los representantes de las principales asociaciones ecologistas reunidas ayer en el barco MV Greenpeace, en la desembocadura del Guadalquivir, para evaluar el desastre ecológico en Doñana. Greenpeace, CODA, CEPA y SEO destacaron en sus conclusiones que las administraciones «están realizando una impresentable dicotomía» entre parque nacional y parque natural. «Esa división es válida únicamente para la gestión. La naturaleza no entiende de fronteras artificiales» afirmó Juan Clavero, coordinador de la CEPA.Para las asociaciones citadas, la operación de retirada de lodos debería realizarse «con urgencia» pero con todas las garantías de seguridad exigibles. La planta de tratamiento de residuos tóxicos que la Junta de Andalucía tiene en Palos de la Frontera (Huelva) es el emplazamiento ideal, según los ecologistas, al que trasladar los lodos.

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Plantas absorbentes

«El Estado tiene suficiente recursos jurídicos para reclamar, por la vía ejecutiva, a la empresa Boliden propietaria de la mina el dinero necesario para llevar a cabo esta operación», dijo Clavero. El director-conservador del Parque Nacional de Doñana, Javier Cobos, calculó ayer que el coste del saneamiento de la zona afectada puede situarse en 20.000 ó 30.000 millones de pesetas.La utilización de plantas para absorber metales pesados de los suelos contaminados por la riada es una de las opciones a utilizar. «No hay muchas opciones y, en todo caso, lo más urgente es inactivar los lodos y retirarlos mecánicamente», explica Víctor de Lorenzo, experto en biotecnología y miembro de la comisión creada por el CSIC. Pero después, señala, hay que establecer estrategias de biorrestauración y esa etapa debe estar en manos de los científicos, ya que existen procedimientos biológicos interesantes para extraer los metales que no han precipitado y, por tanto, no se han retirado. Plantas y también bacterias. «El tipo de planta que se utilice depende del tipo de terreno, no se puede decir ya cuáles serían las más útiles. Hay que ver las especies descritas que tienen capacidad de absorber metales y si se adaptan al sitio naturalmente o se pueden modificar por procedimientos clásicos o por procedimientos modernos (recombinantes)». Ya se están utilizando estos procedimientos en Chernóbil con plantas que absorben el cesio, un contaminante radiactivo.

El método consiste en plantar los terrenos con las especies y realizar varias cosechas al año o cortarlas periódicamente, dependiendo de la planta que sea. Las plantas luego hay que cortarlas, dejarlas secar, y retirarlas a lugar seguro, porque están contaminadas. Las bacterias pueden complementar los efectos de las plantas al movilizar los metales pesados.

«Este desastre», comenta De Lorenzo, «da oportunidad a los científicos de explorar problemas nunca surgido antes. Vamos a partir de una situación en que, en las áreas más contaminadas, la actividad biológica va a quedar absolutamente destruida». De Lorenzo cree que hay que evitar la aplicación precipitada de procedimientos comercializados, hasta que haya un diagnóstico claro.

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