Fe en la Europa del Sur
Más observador que visionario, Nicholas Negroponte recuerda en sus conferencias el día en que oyó a un niño francés defender la censura en Internet y suspirar por ser ministro, mientras que el niño italiano no quería oír hablar de la censura. Por este y otros detalles, Negroponte cree que Italia y España se incorporarán antes que Francia a Internet. «Hay tres aspectos decisivos para ello: el enorme respeto que se tiene a los niños en Italia y España; la importancia de la economía sumergida; y sobre todo, un sano sentido de falta de respeto a la autoridad». Para Negroponte, todo ello favorece al desarrollo del comercio electrónico. Ayer mismo, la empresa Forrester presentó un estudio sobre el comercio continental en la red. Según esta consultora, el mercado europeo dentro de tres años será de 100 billones de pesetas. El vicepresidente de la empresa, William M. Bluestein, pronosticó que el negocio en Europa pasará de los 175.000 millones de pesetas de este año a superar el billón a final de 1999. Según Forrester, el motor de Internet será el comercio empresarial.
Pero en Europa persisten tres obstáculos, según Forrester: la desrregularización de las telecomunicaciones; la dificultad de los gobiernos para atraer a la gente a los negocios y servicios en la red; y el retraso de las empresas en el conocimiento de Internet.
En ese sentido, Negroponte se preguntaba: «¿Por qué el 60% de los fineses está conectado a Internet y en Francia sólo el 5%?» Y se contestaba a sí mismo: «Por la diferente política de telecomunicaciones. Los países que hoy tienen un déficit tecnológico, mañana lo pagarán con el déficit comercial».
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