_
_
_
_

Kohl abre su campaña electoral con la negatíva a una gran coalición con los socialdemócratas

Pilar Bonet

El canciller federal alemán, Helmut Kohl, se reincorporó ayer a su trabajo con ánimo combativo y dio por comenzada la carrera hacia las elecciones del 27 de septiembre. Kohl rechazó rotundamente una gran coalición entre su partido, la Unión Cristiana Democrática (CDU), y el Partido Socialdemócrata (SPD) por falta de coincidencia en los asuntos clave, y califiqué de "enojo sas% además de "perjudiciales e innecesarias'' las discusiones que han sacudido a la coalición gubemamental entre la CDU y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y liberales (FDP).

Más información
El canciller salta al 'ring' con menos kilos
Francia vetará al gobernador del BCE si no se pacta su nombramiento

Aunque el canciller dijo esperar que los enfrentamientos internos se acaben "cuanto antes", en el horizonte acaban de aparecer nuevos motivos de polémica. Los tres partidos que componen la coalición de Gobierno (cristiano-demócratas, socialcristianos y liberales) han iniciado una nueva guerra: la de las promesas electorales.El mismo Kohl se mostró ayer escéptico sobre los grandes recortes impositivos que el FDP aprobó el domingo, en su congreso nacional, como parte de su programa. Estos recortes, que van más allá de los objetivos marcados por la CDU, incluyen la abolición del impuesto de solidaridad para financiar la recuperación de los territorios de la ex República Democrática Alemana (RDA).

Kohl dijo "tener curiosidad" por saber cómo financiaría el FDP el agujero fiscal de 20.000 millones de marcos (1,7 billones de pesetas) que la abolición de ese impuesto de solidaridad dejaría en el presupuesto federal.

El dirigente alemán también tuvo que salir ayer en defensa de su delfin, Wolfigang Schäuble, el jefe de la fracción parlamentaria de. la CDU-CSU, cuyos argumentos a favor del encarecimiento de la energía han sido uno de los motivos de tensión.

Las reflexiones de Scháuble se reflejarán sustancialmente en el programa conjunto de la CDU-CSU, que se debatirá en los próximos días. Kohl dejó clara la posibilidad de que la CSU marcara sus propias prioridades, dado que se enfrenta a unas elecciones regionales en Baviera en septiembre, poco antes de las elecciones federales.

Pluralidad de programas

El SDP, el principal partido de la oposición, aprobó su programa el 17 de abril en Leipzig y la CDU lo hará en mayo en un congreso en Bremen. Los liberales, que tratan de mantener al mismo tiempo su propio perfil ideológico y la pluralidad de opciones en posibles pactos postelectorales, se presentan a los comicios con un programa propio.El canciller alemán fue crítico tanto con el estilo americanizado del congreso del SPD como con su rival, Gerhard Scliröder, a quien acusó de organizar espectáculos para los medios de comunicación en lugar de preocuparse de los contenidos políticos y las decisiones fundamentales.

El problema de la recuperación de la ex RDA, que con sus altas tasas de desempleo constituye el telón de Aquiles del actual Gobierno, son las ''insoportables" cargas fiscales que disuaden a los inversores. Y los culpables, según la CDU, son los propios socialdemócratas, por haber entorpecido la reforma impositiva propuesta.

Kohl quitó importancia a los desfavorables sondeos de opinión para la CDU (todos le sitúan en considerable desventaja respecto a los socialdemócratas) e indicó que está dispuesto a ju gar de nuevo las mejores carta de su gestión como canciller, es decir, la relación de Alemania con el resto de la Unión Europa y la nueva etapa política y económica que supone la entrada en vigor de la moneda única. Koffl interviene hoy sobre el euro en la comisión de finanzas del Parlamento alemán.

La Cámara baja (Bundestag) el jueves sobre este asunto y la Cámara alta o de los Estados federados (Bundesrat) lo hará el viernes.

El canciller dijo que muchas de las esperanzas de otros países europeos están vinculadas con Alemania. Durante la presidencia alemana de la Unión Europea, que comienza en enero de 1999 y se alargará durante el primer semestre, se tomarán decisiones importantes cuyos efectos se prolongarán el próximo siglo, señaló el canciller.

En lo que se refiere al euro, Kohl opinó que Scliröder considera como un "hecho consumado" la moneda única y la acepta por miedo a que cualqueir otra postura condujera al SPD al aislamiento. Sin embargo, el candidato del SPD ha captado -y se ha sumado con rapidez- a los reparos que la moneda única suscita entre los alemanes, a la hora de renunciar al símbolo de estabilidad y paz que el marco ha sido durante 50 años.

"Es un hombre incapaz de vi siones y no ha comprendido que los visionarios de ayer son los realistas de hoy", dijo Kohl, refiriendose a su rival, al que considera poco transparente en estos asuntos. El canciller no estuvo de acuerdo con la tesis de Schröder, según el cual el euro y la Unión Europea pueden saltar por los aires si no hay un consenso fiscal entre los países de Europa. Kohl, que se pronunció por la diversidad en Europa, reclamó, sin embargo, un consenso social en el continente.

País hegemónico

El canciller advirtió que durante su mandato, Alemania ha conseguido ser aceptada en Europa no como un país hegemónico, sino, como un socio democrático. Este, parece, puede ser uno de los ejes de su mensaje electoral. en septiembre.Interpelado sobre la posición de Alemania sobre el presidente del futuro Banco Central Europeo, Kohl se mostró partidario de que la decisión se tome en la próxima cumbre de la Unión Europea, el 2 de mayo en Bruselas. "Pueden estar seguros de que será una buena decisión", dijo, el dirigente alemán, quien expresó así una postura divergente de la del presidente francés, Jacques Chirac, que no es partidario de forzar la decisión y dejar el asunto para más adelante.

Bonn apoya al actual presidente del Instituto Monetario Europeo (el embrión del BCE), el holandés Wim Duisenberg, pero Kohl no quiso ayer mencionar nombres concretos.

Más información en la página 59

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_