Francia vetará al gobernador del BCE si no se pacta su nombramiento

El primer ministro francés, Lionel Jospin, ha declarado al diario Le Monde que en la elección del futuro gobernador del Banco Central Europeo "la solución puede que vaya en la dirección de repartir el mandato en dos". Jospin repitió que su país "vetaría cualquier candidato que no salga de un acuerdo'' aunque también dijo estar convencido de que "habrá acuerdo". Francia defiende la candidatura de Jean-Claude Trichet, frente al holandés Wini Duisenberg, apoyado por Alemania. Un portavoz de la Comisión Europea (CE) afirmó ayer que el Tratado de la Unión no permite dividir el mandato.

El primer ministro francés, el socialista Lionel Jospín, advirtió ayer en una entrevista concedida al diario Le Monde que Francia bloqueará la designación del futuro presidente del BCE si no se llega a un compromiso sobre el nombramiento en el próximo Consejo Europeo sobre el euro, previsto para principios de mayo. Jospin, sin embargo, se muestra convencido de que los Quince alcanzarán antes un acuerdo. Jospin afirma respecto a la posibilidad de dividir el mandato de ocho años entre los candidatos defendidos por Francia -Trichet- y por Alemania y Holanda -Duisenberg, actual presidente del Instituto Monetario Europeo- que "es en esa dirección en la que puede hallarse una solución". Anteriormente, las autoridades francesas habían señalado su disposición a aceptar la candidatura de Duisenberg si en la segunda mitad del mandato le sucediera el gobernador del Banco de Francia. Pero el portavoz del comisario europeo para Asuntos Monetarios, el francés Yves-Thibault de Silguy, declaró ayer en Bruselas que el Tratado de la Unión no permite repartir el mandato del futuro presidente del BCE, aunque añadió que el presidente del BCE "puede dimitir por su propia voluntad".

Por su parte, el ministro alemán de Economía, Theo Waigel, confia en alcanzar un compromiso sobre la designación del presidente del BCE antes de la cumbre europea de mayo, según afirmó ayer en Bonn un portavoz oficial. "El compromiso se hará de acuerdo con la misión del BCE, es decir la estabilidad de la moneda única", y subrayó que los "estatutos del BCE no prevén repartir el mandato del gobernador".

El primer "ministro francés, además, cree que se han respetado las cuatro condiciones que puso su Gobierno para aceptar el proceso hacia el euro: "Será una moneda amplia porque incluye los países del Sur. Eso es lo que me parece más importante", afirma. "El euro no estará sobrevalorado, aunque eso depende también de la política monetaria estadounidense. La coordinación de las políticas económicas ha salido reforzada gracias a la creación del consejo del euro, aún en borrador, el origen de un Gobierno económico. Por último, el empleo es hoy una prioridad europea".

Entre los efectos benéficos del euro, Jospin espera que se produzca "un empuje hacia la armonización de las políticas fiscales, sociales y de medio ambiente, con el objetivo de evitar distorsiones entre paises que compiten. Y en Europa estoy convencido", añade, "de que la armonización se hará hacia arriba, porque hay muchos Gobiernos de izquierda en el poder".

Para Jospin, ni hay que entrar de nuevo en la espiral del endeudamiento -''fabricar déficit no es una política de izquierdas; la izquierda se preocupa por el futuro y endeudarse equivale a limitar ese futuro"- ni "el superávit presupuestario es un objetivo de actualidad". Por otra parte, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Newt Gringrich, ha propuesto al Reino Unido integrarse en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), que agrupa a EE UU, Canadá y México, en vez de en la Unión Europea que, en su opinión, "corre un grave peligro".