Aznar y Pujol acuerdan pactar el Presupuesto de 1999 para garantizar la estabilidad

El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el de la Generalitat, Jordi Pujol, se comprometieron ayer, en un encuentro de cuatro horas y media, a comenzar a abordar los presupuestos de 1999 el 1 de julio. Obviaron hablar del calendario electoral. "¿Cómo vamos a hablar de lo mismo?", dijo Pujol, en referencia al compromiso contraído en el encuentro de enero dejar 1998 exento de elecciones. La sombra del encuentro, calificado de "cordial" por La Moncloa, fue el desarrollo autonómico. "Está atascado", sentenció Pujol, aunque vislumbró en Aznar voluntad de impulsarlo.

En el noveno encuentro en La Moncloa entre José María Aznar y Jordi Pujol ambos socios reafirmaron la "solidez y estabilidad" del pacto de gobernabilidad según manifestaron fuentes de Presidencia al finalizar la reunión. El presidente de la Generalitat afirmó que mantendrá la colaboración con el Ejecutivo porque "es buena y permite la estabilidad". Y el portavoz del Ejecutivo destacó la "solidez y estabilidad" del acuerdo de Gobierno."No es un encuentro especialmente difícil", aseguró Pujol para calificar una reunión caracterizada por la serenidad y en la que los acuerdos primaron sobre los desacuerdos. De tal manera que ambos socios se comprometieron a iniciar la negociación presupuestaria para 1999 el próximo 1 de julio. "Hay voluntad de que pinte bien", comentó Pujol en referencia a los presupuestos.

El grado de acuerdo fue tan notorio que ni siquiera volvieron sobre la cuestión del calendario electoral, objeto principal del último encuentro celebrado el pasado 13 de enero, en el que decidieron que 1998 quedaría libre de elecciones. "¿Córno vamos a hablar de lo mismo?", manifestó Pujol a los periodistas.

Ejército y Justicia

Además del compromiso presupuestario, Aznar y Pujol decidieron cerrar otros acuerdos, como la reforma militar, prevista para este verano, y abrir la negociación sobre la reforma de la justicia, que comenzarán el segundo semestre de este año, aunque sin precisiones. Aznar y Pujol dedicaron una buena parte del encuentro a abordar la reforma del impuesto sobre la renta y la conferencia sobre el empleo, que se celebrará en Cardiff (Reino Unido) el próximo mes de junio.Jordi Pujol, en su comparecencia ante los periodistas, hizo una auténtica loa de la reforma del IRPF. "Favorece a las rentas bajas y medias y a la familia", subrayó. Recordó que una reforma parecida la intentó en 1990 el entonces ministro de Economía, el socialista Carlos Solchaga, pero no la pudo materializar a causa de la crisis económica. "La reforma es equilibrada. La defiendo holgadamente, con tranquilidad de espíritu", afirmó.

También situó en el balance positivo del encuentro la negociación sobre las grandes infraestructuras para Cataluña. "Avanzamos, aunque a veces tardan en visualizarse estos acuerdos".

Las sombras del encuentro se situaron en el desarrollo autonómico. "No estamos satisfechos, está atascado", sentenció Pujol, que recordó la carta que el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, envió en marzo al presidente de la comisión de traspasos de la Generalitat, Josep Antoni Duran.

El presidente de la Generalitat anunció que había dado a Aznar este verano de plazo para "revisar las opiniones del Gobierno y desatascar el proceso". Aunque no fue muy explícito sobre las cuestiones conflictivas en materia autonómica anotó, entre ellas, las becas, el Imserso y la investigación.

No obstante, y pese a su expresa insatisfacción por el desarrollo autonómico, vaticinó que vio en Aznar una voluntad de impulsar el proceso. "No le he visto cerrado", manifestó Pujol. También quiso desdramatizar al señalar que el desarrollo autonómico "es muy lento" y propio "de corredores de fondo".

No obstante, en este mismo capítulo destacó algunos avances de cierta entidad como el compromiso por parte de Aznar de impulsar una comisión bilateral para asuntos europeos, que sólo existe ahora en el País Vasco.

Esta comisión, sobre la que Pujol no ofreció ninguna precisión, aborda de manera directa, entre la autonomía y el Estado, las cuestiones bilaterales que afectan a la autonomía.

En el caso vasco aborda cuestiones fiscales o relacionadas con la policía y los medios de comunicación. Otra de las cuestiones sobre las que el presidente catalán consiguió el compromiso de Aznar fue el decreto ley sobre la publicación del BOE en catalán y la intermediación en los seguros.

Ni el conflictivo tema de las escuchas del Cesid en sedes de HB ni la próxima comparecencia parlamentaria del vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, para hablar de su reunión con el abogado del ex policía José Amedo en el despacho del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, fueron tratadas en el encuentro de ayer, según manifestó el presidente de la Generalitat al finalizar la reunión. Sí hablaron, extensamente y de manera relajada del primer ministro británico, Tony Blair, y de su reciente éxito político con la negociación sobre la resolución del conflicto del Ulster.

La Moncloa quitó hierro incluso al único aspecto crítico del encuentro en la versión de Pujol. "El tema autonómico va bien", manifestaron desde el Ejecutivo al finalizar el encuentro, del que destacaron, especialmente, el "repaso de la actualidad" con la reforma del IRPF. "La relación entre Gobierno y CiU se caracteriza por la solidez y la estabilidad" y destacaron el "buen clima del encuentro".