Un asesinato lleva a 18.000 alemanes a la prueba del ADN
Todos los hombres de entre 15 y 30 años de Clopenburg, región al norte de Alemania, han sido convocados por la policía para que entreguen el próximo jueves una prueba de saliva y poder así aplicarles una prueba genética que ayude a descubrir al posible asesino de Christina Nytsch, de 11 años, que fue violada y estrangulada el pasado 16 de marzo. La policía alemana sospecha de los 18.000 jóvenes alemanes de la región, pues las pistas sobre este violador y asesino son escasas. Sin embargo, la policía ya cuenta con los datos suficientes para relacionar este crimen con otro ocurrido en enero de 1996 en una región cercana. El criminal es, según la policía, un hombre joven que habla el alemán de forma cultivada y sin acento.La ciudad de Clopenburg, está en vilo desde que ocurriera este crimen. Un crimen con alta dosis de violencia: Christina volvía de la escuela a su casa, en la localidad de Strücklingen, y en el trayecto fue secuestrada; antes de estrangular a la niña, el asesino la violó y la torturó con una navaja militar. Su cuerpo fue encontrado cinco días después en un bosque cercano.
En la historia criminalista alemana nunca se había hecho una operación de tales dimensiones para fijar el ADN de un asesino. El coste de esta acción será de unos 270 millones de pesetas.
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