La rebaja del IRPF ahorra 150.000 pesetas al que gane más de 5 millones, y 20.000 a quien ingrese menos de 2

La reforma del impuesto sobre la renta que el Gobierno dio ayer a conocer supone una rebaja fiscal global del 11,1% -544.118 millones de pesetas- para todos los contribuyentes. Para rentas hasta dos millones, el ahorro será del 29,7%, lo que da una media individual de 19.348 pesetas. Sin embargo, los que superan los cinco millones de ingresos tendrán una reducción del 6,2%, 148.272 pesetas de media individual.En base a los porcentajes, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró que la reforma beneficia "a los asalariados, los pensionistas y las familias", e hizo especial hincapié en que Ias rentas más bajas tienen un tratamiento claramente beneficioso".

El vicepresidente se resistió a cifrar el coste de la reforma, pero finalmente lo situó en 400.000 millones para los años 1999 y 2000. Rato confía en la mejora de la gestión tributaria y en la lucha contra el fraude para que la cifra no se dispare.

La voluntad del Gobierno es claramente reducir la presión fiscal de forma generalizada. La cuestión que centrará el debate es si esa rebaja se reparte de forma equitativa o si derivará en un impuesto menos justo. En definitiva, si las rentas más bajas tendrán mayor ahorro fiscal que las altas.

Ahora, el 60,2% de los contribuyentes declara rentas inferiores a dos millones de pesetas y contribuye con el 11,85% del total de la recaudación. En más de cinco millones de renta está el 5,73% de los contribuyentes, pero su aportación conjunta es del 40,7%.

Estos datos demuestran que el impuesto es ahora muy progresivo. La intención que declara el Gobierno es que lo sea más. La reforma, según cálculos de Hacienda, supondrá para las rentas de menos de dos millones de pesetas un ahorro medio global del 29,7% en la cuota que aportan; hasta cinco millones, del 10,9%; y a partir de cinco millones, del 6,2%.

Sin embargo, la estructura actual del impuesto hace que, a título individual, la rebaja sea mucho mayor para los que ganan más de cinco millones de pesetas. Hay muchos más contribuyentes en los tramos bajos que en los altos y, por tanto, tocan a menos.

Según datos confidenciales de la Agencia Tributaria sobre la última declaración de renta presentada, hasta dos millones de pesetas resulta un ahorro medio de 19.348 pesetas por contribuyente, mientras que para más de cinco millones de pesetas el ahorro es de 148.272 (ver cuadro).

No obstante, muchos de los contribuyentes por debajo de dos millones de renta pueden dejar de estar obligados a presentar la declaración con el nuevo impuesto. Si tuvieran derecho a devolución, la Administración tributaria se la efectuará de oficio.

La distribución global que Hacienda hace de la rebaja se produce pese a que la nueva tarifa del impuesto es más reducida para las rentas altas que para las bajas. El tipo máximo pasa del 56% actual al 48%, mientras que el mínimo se reduce del 20% al 18%. Habrá sólo seis tramos, en lugar de los ocho actuales, y una sola tarifa frente a la doble actual (individual o conjunta).

A diferencia de la situación actual, la nueva tarifa se empieza a aplicar desde la primera peseta, mientras que ahora hay un tramo a tipo cero de 901.000 pesetas (individual) y de 467.000 (conjunta). Este cambio se compensa con la introducción de un mínimo exento familiar o personal de 550.000 pesetas, que se duplica en caso de matrimonio y aumenta en función del número de hijos. Otro aspecto que puede hacer que la rebaja no sea tan beneficiosa para las rentas bajas como señala Hacienda es que, a cambio de ese mínimo exento familiar o personal, desaparece un buen número de deducciones en la cuota del impuesto. En la declaración presentada el pasado año, el 48,9% del total de deducciones benefició a las rentas hasta dos millones de pesetas.

¿Cuánto costará la reforma? El ministro de Economía señaló que no sobrepasará las cuatro décimas del producto interior bruto (PIB) previstas en el Programa de Convergencia para los años 1999 y 2000, unos 400.000 millones de pesetas. Sin embargo, los contribuyentes se ahorrarán más de medio billón, según Hacienda. La diferencia está en que Rato confía en mejorar la gestión del impuesto, ya que cerca de cinco millones de contribuyentes, sobre un total de 14,5 millones, dejarán de estar obligados a presentar declaración.

El ahorro en la gestión, cifrado en 40.000 millones de pesetas, se destinará a la lucha contra el fraude fiscal. Estos dos factores, junto al incentivo que puede suponer un impuesto más bajo para que se declare más y mejor, hacen que el Gobierno no tema por un impuesto que cada año pierde más peso. Por ello, los responsables de Economía insisten en que no habrá subidas de otros impuestos para compensar la reforma ni recortes en el gasto social.

Pese a que el tipo impositivo máximo no se reduce hasta el 40% como prevía el programa electoral del PP, Rato dio ayer por cumplida la promesa. "El impuesto será más justo y más simple y con ello damos pasos en la dirección marcada por nuestro programa y el de otros partidos", afirmó el ministro de Economía y Hacienda.