Montoro reclama que a cambio del recorte no suban los salarios

Si el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, fuera empresario, tendría muy claro el argumento a utilizar en la negociación colectiva para el año próximo. Más o menos les diría a los sindicatos que no pidan aumentos salariales, porque el Gobierno va a rebajar los impuestos a los trabajadores. Quizá éstos, una vez repuestos de la impresión, le preguntaran si cuando el Gobierno baja los impuestos a los empresarios o a las rentas del capital, los beneficios se moderan disciplinadamente o al contrario.Montoro es el segundo en el escalafón de Economía y ayer aprovechó la presentación de la reforma del IRPF para hacer un llamamiento a la moderación salarial. La rebaja del impuesto, señaló, "hace innecesario que, en la negociación colectiva, se recupere poder adquisitivo".

El temor de Montoro es que se dispare el consumo, al que le pueden llover, como mínimo, 400.000 millones entre los años 1999 y 2000 como consecuencia de la rebaja fiscal. Tanta alegría junta puede ser demasiado para una economía como la española, tan poco acostumbrada.