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Villanueva guarda silencio ante la Asamblea de Madrid para no declarar contra sí mismo

El empresario de gasolineras mostró así su "desprecio a los ciudadanos", según el PP

Miguel González

Los máximos responsables del grupo Villanueva, Francisco Javier Villanueva Aranguren y su hijo Francisco Javier Villanueva Bravo, se negaron ayer a responder una sola pregunta ante la comisión de la Asamblea de Madrid que investiga el presunto fraude de las gasolineras. Y lo hícieron amparándose en el artículo 24 de la Constitución, que consagra el derecho de los ciudadanos a no declarar contra sí mismos y a no reconocerse culpables. De nada sirvieron los intentos de los diputados por convencerles de que se les pedía justamente lo contrario: una declaración de inocencia un desmentido a los indicios que los señalan como autores de una gigantesca estafa a los consumidores.

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En efecto, el artículo 24 de la Constitución establece que "todos tienen derecho a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia".Los Villanueva no se apartaron ni un milímetro del guión que llevaban preparado a partir de ese precepto. El resultado de esta estrategia fue demoledor para su imagen: "Quien calla otorga", fue la conclusión de diputado socialista José Antonio Ruiz-Castillo. "Quien no es capaz de defenderse es que tiene mucho que ocultar", sentenció Julio Misiego, de IU.

La cortesía con que fueron recibidos en la Asamblea los máximos responsables del primer grupo familiar de estaciones de servicio de España -con más de 50 gasolineras y una facturación superior a los 50.000 millones al año-, fue volviéndose indignación cuando quedó patente que su colaboración iba a limitarse a la mera presencia física, a la que están legalmente obligados.

Francisco Javier Villanueva Aranguren, el patriarca del grupo, intentó leer al inicio de la sesión una declaración escrita, pero se le emplazó a esperar turno y tuvo que escuchar la batería de preguntas que le formularon los grupos parlamentarios. Muchas de ellas afectaban directamente a la manipulación fraudulenta de los surtidores que investiga la justicia -para qué servía el dispositivo irregular descubierto, quién y cuándo lo instaló- pero otras se referían a la estructura empresarial del grupo o a sus relaciones con el inspector de gasolineras de Madrid Segundo Sanz Ruiz-Castillo le invitó incluso a presentarse como víctima del escándalo, preguntándole si no se sentía "chivo explatorio y cabeza de turco" de una guerra comercial entre las grandes petroleras.

De nada sirvió. Villanueva Aranguren se limitó a leer una declaración en la que recordaba que el presunto fraude está siendo investigado por el juzgado, ante el que ha comparecido como imputado; y que "por respeto" a la actuación judicial, encontrándose el caso sub iúdice, se acogía al artículo 24.

El portavoz socialista le recordó que no se ha declarado el secreto sumarial y le instó "a tranquilizar a los cientos de miles de conductores que repostan en sus estaciones de servicío". [No obstante, éstas no muestran ningún distintivo de Villanueva, sino de grandes petroleras como Repsol].Misiego, de IU, consideró "reprobable" su silencio, que "pone en entredicho la honestidad del grupo Villanueva". Fermín Lucas, del PP, interpretó su actitud como una muestra de "desprecio a los ciudadanos de Madrid", representados por la Asamblea Regional.

El ambiente se caldeó aún más durante la comparecencia de Víllanueva hijo, quien se limitó a leer con desgana el mismo texto que su padre. Los diputados, ya escaldados, sedieron cuenta de que la declaración era respetuosa con el juez pero ignoraba olímpicamente al parlamento. "Esta Cámara se merecía una explicación que ustedes nos han negado", afirmó Lucas. "Ustedes deben responder no sólo ante el juez, sino también ante los ciudadanos de Madrid, a los que nosotros representamos. Repudio, rechazo y repruebo su actitud chulesca", remachó RuizCastillo.

El presidente de la comisión tuvo que intervenir para recordar a los portavoces que los Villanueva estaban en su derecho de guardar silencio.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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