FischIer abre una puerta a negociar sobre el aceite dentro de dos años

El comisario de Agricultura de la Unión Europea, Franz Fischler, pronosticó ayer que las negociaciones para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del aceite de oliva serán largas y que las actuales condiciones podrían revisarse en dos años. Fischler, en manifestaciones realizadas durante una videoconferencia celebrada con las oficinas de la Comisión de los países de la LTE, advirtió, que no es el momento de vetos ni otras amenazas a cuestiones comunitarias como los presupuestos.

Franz Fischler considera que la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, tiene todo el derecho, como una ciudadana más, a participar en una manifestación de olivareros. Pero advirtió que a quien debe convencer es a los restantes ministros de Agricultura de los demás países miembros.Según el comisario de Agricultura, la propuesta de reforma presentada por la Comisión se debe considerar en algunos de sus puntos (asignación de cuotas de producción por países), como una salida transitoria solamente para dos años. El período previsto para que la Comisión tenga datos fiables sobre la cifras de producción de cada Estado miembro.

Para Franz Fischler, los datos disponibles actualmente no son fiables y por esa razón se están llevando a cabo los trabajos correspondientes para corregir esas carencias estadísticas. El comisario no aclaró, sin embargo, por qué, ante la falta de esos datos, no se optaba incialmente por una sola cuota comunitaria, como reclama el sector español. Fischler aseguró que dentro de dos años, si se modifica la información sobre producciones en cada país, se cambiarán también las cuotas.

El comisario dejó muy clara su total oposición al sistema de intervención o compras por la Aministración, un mecanismo cuyo mantenimiento es básico para España. Franz Fischler estima que la propuesta no es negativa para España si se tiene en cuenta que las cosechas superiores a las 900.000 toneladas de los últimos dos años son cifras excepcionales.

En relación con la reforma de la Política Agraria Común (PAC), rechazó que haya un tratamiento discriminatorio entre las producciones del norte y sur de la Unión Europea. El comisario de Agricultura negó que la reforma supusiera una renacionalización de las ayudas, algo que en su opinión supondría un retroceso sobre la situación actual en detrimento de los países más pobres.