Salamanca muestra en París su museo modernista

La sede del Instituto Cervantes en París acoge hasta el 2 de abril una exposición de algunas de las obras más valiosas del Museo de Art Nouveau y Art Déco, que ocupa el edificio modernista de Casa Lis, en pleno barrio clásico salmantino. Medio centener de piezas de criselefantinas, joyas, cristales, fundición Hagenauer y pinturas de Lagar, Beltrán- Masses, Olga Sacharoff y Tamburini configuran la muestra, que reúne fondos de colecciones de artes decorativas.El acceso a la exposición consiste en un montaje que reproduce los aspectos arquitectónicos más llamativos del palacete modernista de Casa Lis, al tiempo que se presta especial atención a las vidrieras del edificio, ya que la entidad que patrocina la muestra, Caja Duero, pretende que las obras aparezcan vinculadas a su marco en Salamanca, donde resulta tan llamativa la presencia de una oferta de este tipo.

El responsable del Instituto Cervantes en la capital francesa, el filólogo José Antonio Pascual, ha destacado que a la hora de promocionar Salamanca no se haya elegido su carga clásica de estilos arquitectónicos, su peso histórico, ni siquiera a Unamuno, sino que la tarjeta de presentación suponga una especie de desafío a la ciudad del modernismo, al acudir con una muestra de ese estilo decorativo «y diluir un poco la sabia seriedad salmantina».

La selección que representa el conjunto de colecciones se ha hecho, según el director del museo, Pedro Pérez Castro, siguiendo el criterio de ofrecer las características que definen las artes decorativas de final del siglo pasado y comienzos del actual, «lo que ha obligado a sacrificar la presentación de algunas piezas de gran valor artístico para poder conseguir este objetivo».

Panorámica completa

En función de ese criterio, no figura ninguna muestra de muñecas de porcelana, una de las secciones más llamativas de los fondos expuestos en Salamanca. Por el contrario, las criselefantinas que se presentan en París ofrecen una panorámica bastante completa del movimiento, ya que figuran autores como Chiparus, Hoffman, Poertzel, Lorenzl, Preiss, Paris, Seger y Zach. Entre ellas sobresale la singularidad de la denominada Bailarina egipcia, que se considera difícil de encontrar en bronce o marfil, al igual que La ofrenda de Mefistófeles. La conservación de la pátina y la falta de fracturas en el marfil, aspectos que se consideran importantes en el valor de una pieza de este tipo, es perfecta en esas pequeñas esculturas de bronce y marfil en movimiento inspiradas en el music-hall, ballet ruso y cine mudo. Una de las muestras más delicadas es el conjunto Jinete y amazona con perro, de la emblemática fundición Hagenauer, que se considera que aportó el concepto más vanguardista a las esculturas de pequeño formato de art dèco, al polarizar en piezas estilizadas influencias de Picasso, Modigliani o Brancusi.

En el Instituto Cervantes de la capital francesa también se muestran joyas procedentes de la belle époque como la lupa y el abrecartas del joyero de los zares rusos, Fabergé, así como una bailarina autómata de Kauba, un broche de libélula de Larique, o una Afrodita de Caron.

Cristales

Por lo que se refiere a cristales, se sitúan entre las piezas más valiosas de la exposición lámparas de Dragonfly y Gallé. De este último se presentan también jarrones y un centro en forma de orza. Una figura de mujer egipcia de Sabino, junto con frascos de perfume de Larique y Salvador Dalí, también aparecen en la muestra. El museo de Casa Lis, que tres años después de abrirse es el más visitado de los que radican en Castilla y León, está formado por 1.635 piezas donadas por el anticuario Manuel Ramos Andrade, que constituyó una fundación con los ingresos del museo para apoyar a los niños de Navasfrías, la localidad salmantina de origen del mecenas.

Éste enriqueció recientemente los fondos con 60 nuevas piezas integradas en las 18 colecciones que configuran la oferta expositiva de la Casa Lis, objetos adquiridos tras la apertura del museo en 1995