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Irán mantiene la condena a muerte a Salman Rushdie nueve años después

El procurador general de la República iraní, Morteza Moghtadai, reafirmó ayer que la fatwa que condenó a muerte al escritor Salman Rushdie es "una orden irreversible y debe ser aplicada". "No es un simple decreto religioso, sino un veredicto o una sentencia que condena a Rushdie, ese descreído, a la muerte", subrayó el ayatolá Moghatadai, el día anterior del aniversario de la promulgación de la fatwa.

El 14 de febrero de 1989, Rushdie fue sentenciado a muerte por el ayatolá Jomeini, entonces máxima autoridad en Irán, por las blasfemias contra el Islam contenidas en su libro Los versos satánicos, publicado a finales de 1988. Jomeini ofreció entonces tres millones de dólares (unos 462 millones de pesetas) a los iraníes y un millón de dólares (unos 154 millones) a los extranjeros para que lo matasen. Desde hace nueve años, el escritor, nacido en Bombay (India) en 1947 y que consiguió la nacionalidad británica en 1964, aprendió a vivir en una clandestinidad permanente bajo la protección de Scotland Yard, la policía británica. El novelista se ve obligado a cambiar continuamente de domicilio.

A pesar de las presiones internacionales y de la creación en 1989 de un Comité Internacional para la Defensa de Salman Rushdie, del que forman parte los más famosos periódicos internacionales, entre ellos The Independent, The Financial Times, The Guardian, Le Monde, La Repubblica y EL PAÍS, el Gobierno iraní aún se niega a repudiar la condena contra el escritor. Ni siquiera su conversión al Islam en 1990 y su donativo de 900.000 pesetas con motivo del terremoto que asoló Irán en ese mismo año, rechazado luego como "dinero sucio", modificaron la posición de las autoridades iraníes.

Nuevas novelas

Durante estos últimos años, Salman Rushdie ha intentado tener una vida "normal". Se ha casado recientemente por tercera vez, ha tenido un hijo y, sobre todo, sigue escribiendo novelas. En 1995 publicó El suspiro del moro, una novela ambientada en Andalucía, y el año pasado Oriente, Occidente, una colección de cuentos sobre el enfrentamiento entre culturas. Ambas han sido publicadas en España por la editorial Plaza y Janés.En una entrevista concedida a este diario el pasado mes de octubre en Londres Rushdie declaró: "El fin de la guerra fría tiene mucho que ver con la vuelta a la religión y a los nacionalismos, porque la gente tiene miedo a la libertad y eso provoca su deseo de regresar a mundos pequeños. Aunque coincidió con la fatwa y con el comienzo de mi libertad vigilada, pensé que la caída del muro del Berlín significaba que el mundo mejoraba".

Con la elección, el pasado mes de junio, del nuevo presidente iraní, Mohanimad Kharami, que aún no ha tomado una posición pública sobre el asunto, Rushdie espera que el nuevo Gobierno anule la sentencia a muerte concretada en la fatwa.

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