Rodrigo Rato pronostica que el déficit español quedará por debajo de la previsión oficial

El déficit público será inferior al previsto en el Programa español de convergencia, tanto para 1997 como para 1998. Por eso, el Gobierno lo revisará a la baja para el actual ejercicio. Con este buen pan noticioso bajo el brazo llegó ayer a Davos el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, quien intervendrá hoy en las sesiones sobre la unión monetaria.

A tenor de los últimos datos de caja disponibles (no homologados a la contabilidad de Maastricht, pero indicativos de la tendencia) se registrarán "reducciones del déficit más intensas que las programadas", indicó Rato.

Los datos principales son que el crecimiento en 1997 ha sido "ligeramente superior" al 3,2% calculado y que el aumento de los gastos se ha controlado al 2,5%, mientras que los ingresos han crecido al 10%, sin contar el producto conseguido de las privatizaciones que sirve para amortizar deuda y no para reducir déficit.

Así, se ha generado un superávit primario (sin contar gastos financieros) de un 2% del producto interior bruto (PIB), por primera vez desde 1989, cuando fue del 1,2%.

De forma que los datos de déficit bajarán del 2,8% fijado para 1997 y del 2,4% previsto para 1998, quizá entre una y dos décimas. Las nuevas previsiones incorporarán ya el impacto de la crisis del sureste asiático, que para España es de momento muy suave.

La decisión política del Gobierno es que "cualquier futura revisión al alza del crecimiento económico [y por tanto, de los ingresos] se vea acompañada de una reducción del déficit". Es decir, se evitará dedicar el eventual exceso de ingresos a sufragar nuevos. gastos.

Estos resultados, mejores de los esperados, llevaron al ministro de Economía y Hacienda a reforzar el compromiso de "continuar la política económica seguida hasta ahora" mediante una estrategia "dominada por un mayor esfuerzo en la reducción del déficit y por la prosecución de la liberalización, a un ritmo superior al de otros países europeos".