Educación renuncia a reinstaurar los concursos de méritos en la Universidad

El ministerio de Educación ha renunciado a reinstaurar en la universidad la vieja figura de los concursos de méritos. Ese sistema habría supuesto que, antes de convocar oposiciones para cubrir una plaza, las universidades la ofrecieran a los profesores de la misma categoría del mismo cuerpo de todo el país. El ministerio anunció ayer a la Mesa Sectorial de Universidad, en la que figuran el Ejecutivo y representantes de los sindicatos, que el texto había sido "sustancialmente modificado" y que hoy o mañana enviará la nueva versión al Consejo de Universidades, que debe reunirse el lunes 26, y a los sindicatos.El ministerio había incluido esta figura en el artículo 39 del texto que supuestamente debía recoger los acuerdos establecidos con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) el pasado mes de noviembre para reformar el Título V de la Ley de Reforma Universitaria (LRU), que afecta a la estructura del profesorado, así como los planes de estudios.

Fuentes de la Mesa del Consejo de Universidades, que el pasado lunes discutió el texto, consideran que éste responde a lo pactado en lo referente e los planes de estudios, pero que la reintroducción de la figura del concurso de méritos no había sido ni siquiera mencionada y que la estructura de la carreta docente quedaba en una nebulosa.

El ministerio pretendía establecer que cuando una cátedra quedara vacante, se ofreciera primero a los catedráticos y, solo si éstos no la obtenían, podrían tener acceso a ella los titulares, argumentando que así, estos funcionarios tendrían las mismas prerrogativas de traslado de las que disfrutan la mayoría de los miembros de las administraciones.

La reacción radicalmente adversa, tanto los propios rectores de las universidades, como de los sindicatos a este añadido del ministerio provocó la retirada total del mencionado artículo. Desde el mundo académico, además de aducir el hecho de que no figuraba en los acuerdos pactados por los rectores, se esgrimió el argumento de que -como se pretende desde el ministerio- si con el actual sistema de captación del profesorado se había realizado un mal trabajo, permitir que este dudoso personal fuera el que pudiera seguir copando las más altas responsabilidades suponía una innegable contradicción.

Fuentes académicas insistían ayer en que el documento pactado por los rectores en noviembre es una respuesta a una necesidad coyuntural, por lo que piden al ministerio que se concentre en estos puntos que requieren una atención inmediata y cuya solución ya ha sido postergada por más de dos años. Otra cosa, añaden estas fuentes, es el planteamiento de los grandes retos de la universidad del futuro, cuya solución, precisamente, no pasa por este tipo de soluciones "decimonónicas".

Mayoría absoluta

El anteproyecto del Gobierno ha de ser enviado al Parlamento, que debe aprobar por mayoría absoluta cualquier modificación de la LRU.El año pasado por estas fechas, el ministerio encabezado por Esperanza Aguirre había llegado a un texto consensuado con CiU para reformar el citado Título V de la LRU, en el que se regulaba la posibilidad de abrir la docencia en las universidades públicas a contratos de tipo laboral, lo que rompía el monolítico sistema funcionarial que, según muchos expertos, es uno de los grandes frenos de la universidad española.

La reforma presentada luego se limitaba a aumentar de dos a cuatro años los contratos de los profesores asociados, sin crear la figura del tercer cuerpo que se había apuntado y mucho menos introducir el contrato laboral. CC OO pide que se establezcan los contratos laborales indefinidos, un sistema transitorio para la reconversión de los actuales profesores no titulares y un plan de convocatoria de plazas.