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Massera instigó a Astiz a hablar en defensa de la dictadura argentina

El capitán de corbeta retirado Alfredo Astiz decidió hablar en defensa de la represión ilegal del último régimen militar argentino (1976-1983), instigado por el ex almirante Eduardo Massera, quien busca dar un golpe de efecto en el escenario político y militar, según fuentes castrenses. Astiz nunca había relatado su participación en los crímenes cometidos por el régimen militar que tomó el poder en 1976 en Argentina, hasta que el jueves pasado rompió su silencio al defender ante la revista Trespuntos su actuación.

Astiz, de 47 años, "fue utilizado para provocar", por un grupo integrado mayoritariamente por oficiales retirados, encabezado por Massera, informó ayer el diario bonaerense La Nación, que cita altas fuentes de la Armada.Massera integró la primera Junta del Gobierno militar junto al general Jorge Rafael Videla, y el comodoro de la Fuerza Aérea Orlando Ramón Agosti, quienes encabezaron el golpe de Estado de 1976.

Las afirmaciones de Astiz reivindicando la represión fueron hechas semanas después de que el presidente argentino, Carlos Menem, anunciara la demolición de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), centro ilegal de detención en la dictadura, para crear un "monumento a la unidad nacional" y a la reconciliación.

La idea que desató las críticas de distintos sectores sociales, ha tenido que ser aceptada por la jefatura de la Armada, aunque sin ignorar que ello podía agitar a antiguos mandos de esa fuerza, que han querido hacer una "demostración de fuerza", según los analistas.

La idea de demoler la ESMA siguió a un proyecto presentado por diputados de la oposición para derogar las leyes que en 1987 eximieron de responsabilidad penal a los oficiales inferiores y suboficiales de las Fuerzas Armadas y de seguridad implicados en delitos de lesa humanidad, lo que causó una gran polémica.

Viejas prácticas

Los integrantes del grupo liderado por Massera "eligieron el momento y la persona" para tratar de instalar la amenaza del regreso a viejas prácticas violentas, hipótesis que es compartida por el Gobierno, sostienen fuentes militares.Fuentes gubernamentales dijeron que detrás de las palabras de Astiz puede estar la intención de Massera de buscar la "demolición" del jefe de la Armada, almirante Carlos Marrón, de quien "no sólo le separan años, sino grandes diferencias de proyecto y métodos".

En sus declaraciones, Astiz dijo que la Marina le entrenó para "destruir o matar a un político o un periodista", aunque no quería hacerlo, y advirtió que juegan "con fuego" los que "siguen acorralando" a los militares. Asimismo, sostuvo que la represión causó no más de 10.000 desaparecidos y que "todos los días" recibe visitas de "camaradas" que le piden que encabece una rebelión.

Las declaraciones del oficial retirado a la revista fueron rechazadas por todos los sectores de la sociedad y promovieron nueve denuncias en su contra ante a justicia ordinaria.

El abogado Pedro Bianchi, amigo de Massera, negó que el ex jefe de la Junta Militar, quien "Ileva una vida muy tranquila y no se mete en ningún asunto político", incitara a Astiz a reivindicar la represión.

El juez español Baltasar Garzón pidió el año pasado la detención de Massera, así como también del ex general Leopoldo Galtieri, acusados de tener vinculación con la desaparición de 600 españoles durante la denominada guerra sucia.

Astiz empezó a cumplir el pasado viernes un arresto de 60 días, ordenado por el presidente Carlos Menem e impuesto por la Armada, a modo de sanción. Menem se ha mostrado a favor de la degradación de Astiz, quien hace tres años fue condenado en ausencia por la justicia francesa por la desaparición durante la dictadura de dos monjas galas.

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