De Franco a Pasionaria
Paul Preston reconoció anoche que cualquier elección a la hora de acotar los dirigentes que tuvieron un peso decisivo en la guerra civil española resultaría arbitraria. Por eso es consciente el premiado de omisiones como la del líder anarquista Buenaventura Durruti o de responsables militares del bando nacional como Gonzalo Queipo de Llano. De cualquier modo, Preston subrayó que los nueve personajes sobre los que ha escrito este ensayo de biografías le han fascinado desde hace años.Aunque no quiso desvelar los rasgos fundamentales de estas nueve figuras que marcan buena parte de la historia de España del siglo XX, Preston ofreció los títulos de los nueve capítulos a modo de guía para los lectores: Franco, el discreto encanto de un dictador; Millán-Astray, el novio de la muerte; José Antonio Primo de Rivera, los mitos de José Antonio; Pilar Primo de Rivera, el fascismo y el arreglo de las flores; Salvador de Madariaga, un quijote en la política; Manuel Azaña, el preso de la jaula dorada; Indalecio Prieto, una vida a la deriva; Julián Besteiro, un pacifista en la guerra; y Dolores Ibarruri, pasionaria de acero.
Juan Pablo Fusi remarcó que ensayos biográficos como el de Preston devuelven el protagonismo al individuo en la historia. "Se trata de una reivindicación de las individualidades", añadió Fusi. Si bien Preston no mostró especial predilección por ninguno de sus personajes retratados, lo cierto es que los menos conocidos le han provocado una mayor atracción a la hora de escribir el libro. Serían los casos de Millán-Astray, de Pilar Primo de Rivera, o de los dirigentes socialistas Indalecio Prieto y Julián Besteiro.
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