El Arqueológico Nacional busca nuevos espacios bajo el jardín del museo
Plantea almacenes visitables para dar a conocer su fondo de un millón de objetos
, El Museo Arqueológico Nacional, de Madrid, con un fondo de un millón de objetos desde el paleolítico hasta el siglo XIX, de los que se exponen entre el 10% y el 15%, busca una ampliación a través de dos plantas subterráneas bajo el jardín. También pretende convertirse en organismo autónomo y la puesta en marcha de un patronato, que coincidirá con un nuevo director, cargo pendiente de cubrir desde hace mes y medio. "El museo merece más atención, es ahí donde está el patrimonio de la cultura", declara Carmen Pérez Die, directora del centro en los últimos siete años.
El consejo de dirección del Museo Arqueológico Nacional, en el que participan la dirección y los conservadores de los ocho departamentos, prepara desde hace dos años un plan de necesidades que sirva para ampliar los espacios para la colección permanente y aumente sus exposiciones temporales, labores didácticas y difusión externa.El planteamiento actual de recorrido y montaje es de 1968, con algunos retoques, y coloca, según el orden del museo,una segunda planta con la prehistoria, las antigüedades egipcias y del Próximo Oriente, los vasos griegos, los objetos etruscos, entre otros, y en la tercera, que es .la de acceso del visitante, los objetos relacionados con la colonización fenicia y el mundo púnico, las antigüedades ibéricas, romanas y visigodas y piezas medievales. La planta cuarta está abierta con las escasas exposiciones temporales -como en la actualidad, con la muestra de los 100 años del descubrimiento de La Dama de Elche-, incluye la biblioteca y está previsto Instalar las salas de edad moderna y el monetario.
La Dama de Elche, el sarcófago de Amenemhat, la corona de Guarrazar, el arco de la Aljafería, los cuencos de Axtroki y el crucifijo de don Fernando y doña Sancha son algunas de las piezas que destaca la última edición del programa de mano que se entrega de forma gratuita a los visitantes. De los fondos del museo -un millón de objetos, incluidas las monedas ' se expone entre un 10% y un 15%, porcentaje habitual, pero las nuevas necesidades museográficas obligan a replantearse el museo, con un edificio intocable aprisionado contra la espalda de la Biblioteca Nacional, que ha ocupado los posibles espacios de ampliación que antes pertenecían al Arqueológico.
Las necesidades planteadas por el museo, con un "consenso interno", según Carmen Pérez Die, han pasado a un proyecto arquitectónico, realizado por Juan Carlos Valerio, que gana una superficie de 15.000 metros cuadrados. La "propuesta para el proyecto de reforma integral" del museo incluye dos plantas subterráneas bajo el jardín delimitado por las calles de Serrano, Jorge Juan y Villanueva, que prolongarían los dos sótanos actuales del edificio, uno dedicado a almacenes y el otro con el inicio del recorrido de la colección.
La propuesta sitúa en la planta inferior los almacenes generales y la zona de seguridad, y en la superior la sala de exposiciones temporales -a la derecha, según entra el visitante-; en el centro, la biblioteca, documentación, archivo, salas audiovisuales y almacenes visitables- y a la izquierda (donde ahora está la reproducción del techo de la cueva de Altamira), la zona de acceso del público con el vestíbulo y tiendas.
Con esta distribución, las colecciones ocuparían las tres plantas del edificio, al retirar a las dos plantas subterráneas los demás servicios. Los despachos y el taller de restauraciones ocuparían un bajo cubierta en la actual quinta planta.
"Planteamos la reforma por necesidad y la institución lo merece, al estar aquí todo el patrimonio español. Nos hemos quedado antiguos y es necesario reorganizar los espacios", dice Carmen Pérez Die, directora del museo hasta que el pasado 20 de noviembre quedó libre la plaza al optar por la. de conservadora jefe del Departamento de Antigüedades Egipcias y del Próximo Oriente. También dirige las excavaciones de las misiones arqueológicas españolas en Egipto, iniciadas en 1976.
El futuro del museo está en el Ministerio de Educación y Cultura. El director general de Bellas Artes, Benigno Pendás, declara que es difícil pensar en una gran ampliación", pero que se tratará con el nuevo patronato y director, cuyo primer candidato es Martín Almagro, de 51 años, catedrático de Prehistoria en la Universidad Complutense.
Cultura aporta este año 75 millones de pesetas para cubrir las inmediatas necesidades, como son las obras a realizar en las cubiertas del edificio y en la verja exterior de la calle. Pendás señala que se requiere un "estudio cuidadoso y racional de los espacios" una vez decidido que el museo continúe en el mismo edificio.
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