El Gobierno reconoce que no puede aplicar la ley de envases y la aplaza cuatro meses

La mayoría absoluta que el PP ostenta en el Senado permite al Gobierno convertir la llamada Ley de acompañamiento de los Presupuestos, en una vía para incorporar modificaciones legislativas. Este año se han introducido enmiendas que alteran más de cuarenta leyes, un número superior a las normas aprobadas por el PP en los 19 meses que lleva al frente del Gobierno, según fuentes del Senado. Las enmiendas van desde los 40 folios dedicados a las Aduanas a dos simples líneas como las que aplazan cuatro meses la entrada en vigor de una ley que debería aplicarse a partir del 1 de enero de 1998, la Ley de Envases y Residuos de Envases, aprobada el pasado 25 de abril.

¿Los ataúdes son envases? ¿Lo es el sobre de una carta? De cuestiones como éstas trata la Ley de Envases y Residuos de Envases, una norma que transfiere una directiva europea y que debería entrar en vigor el primer día de enero del año próximo. Así lo decidieron las Cortes, como refleja el Boletín Oficial del Estado del 25 de abril pasado.En su disposición adicional sexta dice: las obligaciones de depositar, devolver y retornar envases; la creación de sistemas integrados de gestión de residuos de envases y envases usados, su financiación, control y entrega, "en ningún caso serán exigibles antes del día 1 de enero de l998".

El pasado martes por la noche en las maratonianas sesiones del Senado donde se pulen los Presupuestos para 1998 y la Ley de Acompañamiento (Ley de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social), se introdujo entre otras muchas enmiendas una que dice: "Las obligaciones establecidas sólo serán exigibles a partir del 1 de mayo de l998". Y añade que el aplazamiento se justifica para "precisar la entrada en vigor de dichas obligaciones y adecuar la exigibilidad de las mismas al proceso de desarrollo reglamentario y adaptación económica de la citada norma".

El país no está en condiciones de cumplir la ley, reconocen fuentes del Ministerio de Medio Ambiente. Si la ciudadanía no sabe clasificar un sobre de carta, la cesta de la compra, una maleta, los recambios de estilográficas, un monedero, las jeringuillas, encendedores, las bolsa de té o menta-poleo, los portafolios y las frascos para tomas de sangre, dentro de los objetos que no se consideran envases, pero un ataud sí, ¿Cómo se va aplicar una ley?, se preguntan en el departamento que dirige Isabel Tocino.

Disposición de la industria

Esta ley que nadie conoce, aunque afecte los hábitos más nimios de la vida cotidiana necesita un periodo de divulgación, dicen en el ministerio. Pero más importante que el conocimiento ciudadano es la disposición de la industria a hacerse cargo de los envases que deposita en los comercios y financiar su recogida. Es la industria la que ha pedido el aplazamiento, según fuentes de Medio Ambiente.En países como Alemania, Francia Holanda o Dinamarca, donde existe una cultura de recogida selectiva de residuos, la aplicación de la directiva no ofrece excesivas dificultades, aunque las tiene. En España los mayores fabricantes de envases -para yogures, leche, juguetes, cerveza, vino, frigoríficos, comidas preparadas, detergentes, televisores, conservas, frascos...- han constituido empresas sectoriales, como Ecoembalaje, Ecovidrio... para hacerse cargo de los envases que fabrican.

La mayoría de las empresaso tienen capacidad para haerlo por sí sólas. Lo que la leislación hace es arbitrar unistema de consigna mediantel cual transfieren la obligacióne recuperar sus envases a unaintidad que se hace cargo de ellos. Esta entidad, habitualente un gestor de residuos,sume los gastos (gracias al sorecoste que el consumidoraga por los productos envasaos) de reciclarlos y financia a los ayuntamientos la recogida selectiva de los envases depositados en iglús amarillos.

Esta sencilla operación tiene grandes repercusiones económicas. Y para ser, eficaz requiere un complicado mecanismo de relojería. Cualquier fallo en el eslabón de la cadena puede dar al traste con toda la operación, reconocen en el Ministerio de Medio Ambiente.

La clave está en los ayuntamientos y, subsidiariamente, en las comunidades autónomas, competentes en materia de medio ambiente. Son las que autorizan a los gestores a desarrollar su tarea por un periodo de cinco años, quienes deben pactar con los ayuntamientos pequeños el procedimiento para la recogida selectiva de envases y quienes aplicarán las sanciones correspondientes (con multas desde 100.000 hasta 100 millones de pesetas para las infracciones muy graves).

Pero antes es el Ministerio de Medio Ambiente el que debe aprobar un Plan Nacional que coordine los programas autonómicos de recogida y aprovechamiento de los envases. Todo eso está por hacer.

Experiencia piloto

Hasta ahora sólo Andalucía ha firmado un programa con un gestor. El País Vasco y Cataluña son los que han realizado más pasos con experiencias piloto, pero todavía es el día en que aún no se ha autorizado el establecimiento de ninguna planta dedicada al reciclado de residuos de envases en ninguna comunidad autónoma, según fuentes del ministerio.Además de las bolsas de infusiones, quedan excluidos de la aplicación de la ley los envases industriales. Se entiende que sus fabricantes o las empresas que los utilizan tienen la suficiente capacidad para recoger los envases que generan. Es el caso de los pallets (recipientes de madera para el transporte de ladrillos, por ejemplo) u otro tipo de envases. En el momento que depositan los nuevos pueden recoger los viejos para su aprovechamiento posterior.

La demora de cuatro meses en la vigencia de la ley no es gratuita, dicen en Medio Ambiente. Francisca Pleguezuelos, senadora del PSOE por Granada a la que la mayoría absoluta del PP en el Senado le rechazó dejar la Ley como está, cree, sin embargo, que la ministra Isabel Tocino se ha precipitado al aprobar una ley que carece de financiación para su aplicación.

Otro elemento contemplado para retrasarla es la armonización de los contenedores en todas las autonomías. "Tenemos que intentar no confundir a la gente", asegura un portavoz del ministerio. "No puede ser que en Madrid o en Oviedo sean amarillos y los veraneantes de Benidorm se los encuentren de otro color".

Con demora o no -que deberá ser ratificada. en el Congreso- la ley de envases tampoco podría haber entrado en vigor con todas sus consecuencias el 1 de enero próximo.

La ley necesita un reglamento y hasta el viernes pasado no se dio por bueno el tercer borrador. No se espera que el ministerio lo apruebe antes de dos meses.

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