Las universidades alemanas y españolas reclaman más dinero

Los rectores alemanes y españoles apelaron ayer a sus respectivos Gobiernos desde Valencia a que asuman la importancia estratégica de la enseñanza superior en su labor social e investigadora y la financien como corresponde. El presidente de la Conferencia de Rectores Españoles, Carles Solà, incidió en que los recortes presupuestarios ponen en peligro la calidad de la Universidad española y reclamó de la ministra de Educación que cumpla su compromiso de compensar la nueva definición de familia numerosa (tres hijos), en virtud de la cual la Universidad ha dejado de ingresar 24.000 millones de pesetas en los últimos tres años, que podrían ascender a 32.000 en enero.

Solà insistió en que ya no "podemos recortar ni una peseta". Por ello, según el rector es imprescindible que el Gobierno destine más recursos para evitar el "cierre de bibliotecas los fines de semana", la reducción de sus horarios o la restricción en la compra de libros y de material.Solà lamentó que el Gobierno no haya presentado ninguna enmienda a los presupuestos para cubrir "el agujero" en los ingresos por la disminución de tasas derivada de la nueva definición de familia, que agravan la situación económica. Añadió que la última posibilidad es que se conceda un crédito extraordinario, aunque advirtió que en los dos últimos consejos de Ministros no se ha adoptado tal medida.

Precisamente, la pérdida de la calidad en la enseñanza y la penuria económica de las universidades fueron los detonantes de la reciente y multitudinaria movilización de los estudiantes alemanes. El presidente de los rectores germanos, Klaus Landfried, defendió ayer la autonomía universitaria en el diseño de sus actuaciones futuras, que se han de adaptar a las nuevas necesidades surgidas de la globalización y de la introducción de las nuevas tecnologías, objetivos prioritarios para el futuro de la universidad y también de la sociedad, según se apuntó en la reunión de ayer.

Control político

"El contenido curricular no es competencia de burócratas", agregó al tiempo que instaba a los Gobiernos, a desempeñar únicamente un papel de control. "El mantenimiento de la calidad es lo más importante", dijo Landfried, quien explicó que los estudiantes alemanes no pagan matrícula universitaria, tan sólo abonan los seguros que ascienden como máximo a 120 marcos (unas 10.000 pesetas). Entre el 65% y el 75% de la financiación universitaria alemana procede de los gobiernos federales.En un escrito conjunto, los rectores alemanes y españoles constataron algunos problemas similares, como el incremento del número de estudiantes -un millón y medio en España, y dos millones en Alemania- y las restricciones financiersa en paralelo así como la necesidad de promocionar la cooperación entre países en un mundo académico cada vez más globalizado.

En este sentido se apuntó la intensificación de acciones conjuntas entre Alemania y España con Latinoamérica y también los países de El Magreb, entre otros; o la necesidad de garantizar la calidad y la competitividad de la producción científica.

El rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, corroboró las palabras de su colega Solà al añadir que el sistema universitario español ha alcanzado, en los últimos 30 años, un gran reconocimiento y prestigio entre los países de su alrededor, y puntualizó, a preguntas de un profesor, que no es extrapolable a la actualidad la comparación que realizó José Ortega y Gasset a finales del pasado siglo entre la universidad alemana y española, en la que el pensador criticaba abiertamente a esta última.

"El número de alumnos universitarlos de entonces es similar a los que están realizando el doctorado ahora", anotó el rector de la universidad valenciana, Pedro Ruiz.