El príncipe Felipe apela al diálogo para impulsar el movimiento civil panmediterráneo

El peso de España en la política mediterránea europea se dejó sentir ayer en Nápoles, donde el príncipe Felipe de Borbón y el presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, participaron en la inauguración del II Fórum Euromed, que se ocupa en esta ocasión de los problemas del Mediterráneo central. Tanto el heredero del trono español como el político catalán hicieron hincapié en la importancia de defender ese flanco sur de la Unión Europea, abandonado en los últimos dos años a favor del Este. En su discurso inaugural, Felipe de Borbón apeló a la necesidad de un diálogo entre el norte y el sur de la cuenca para lograr la paz e impulsar el movimiento civil panmediterráneo.

Fue en noviembre de 1995 cuando despegó en Barcelona el primer Fórum Euromed, con la pretensión de atraer la atención de los países comunitarios hacia una región compleja y desigual de la que dependía y depende la estabilidad de la propia Europa. Los frutos de aquel primer encuentro no han sido todo lo abundantes que se esperaba, pero, al menos, queda la constancia de un deseo de continuidad, como lo demuestra la reunión de Nápoles inaugurada ayer por el príncipe español y el presidente de la República Italiana, Oscar Luigi Scalfaro.Felipe de Borbón recordó el evento de Barcelona como "el más amplio movimiento de la sociedad civil mediterránea hasta hoy registrado". Un movimiento que, sin embargo, no ha acabado de materializarse en realidades concretas. Quizá debido a la complejidad que la propia región mediterránea entraña.

"Continúa vigente", dijo a este respecto el Príncipe, "la necesidad de reinterpretar el Mediterráneo, al que suele acusarse de constituir un espacio caótico porque no forma una unidad y por los conflictos que padece".

En la mente de los más de mil participantes -expertos en cuestiones culturales, científicas, económicas y sociales del Mediterráneo central- estaba presente, sobre todo, el conflicto de Argelia. Un conflicto que amenaza, como recordó el presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, "a nuestra propia estabilidad política".

Fiasco

Ante los periodistas españoles presentes en Nápoles, Pujol reiteró la importancia que reviste un desarrollo armónico del Mediterráneo, de sus costas del norte y del sur, para la salvaguarda de la paz, y consideró, quizá modestamente, que un encuentro multidisciplinar y un poco caótico como el Fórum Euromed debe servir al menos "para recordar a los Gobiernos de la Unión Europea que sigue habiendo un déficit de atención hacia el Mediterráneo". Pujol culpó a Europa de la situación que vive Argelia en estos momentos: "Creo que es un fiasco de los europeos, y de los franceses más concretamente", señaló. Dijo que los países de la UE se han comportado de una manera claramente egoísta con los del Magreb. Citó a Marruecos a quien se pretende impedir que venda naranjas en Europa, informa Efe.El presidente del Gobierno catalán, en su intervención ante el Foro, que financia directamente el Instituto Catalán del Mediterráneo, organizador del I Fórum de 1995, recordó la importancia de la región como instrumento, acaso más moldeable que el Estado, para afrontar algunos problemas que tocan de cerca al ciudadano de a pie.

Pujol habló en italiano, con un sorprendente gesto de cortesía hacía los organizadores del II Fórum Euromed, que, sin embargo, prescindieron del español como idioma oficial del encuentro. Documentos, mesas redondas, ponencias e intervenciones se atenían a los tres idiomas escogidos por el Foro: italiano, francés, y, naturalmente, inglés, pese a la escasa presencia de esta cultura en el Mare Nóstrum.

Los organizadores de este segundo encuentro sobre el Mediterráneo, centrado en su área central, tuvieron buen cuidado en mencionar el problema argelino. A este respecto, en la mesa inaugural hubo un sitio de honor para la profesora y escritora argelina Jalida Messoudi, condenada a muerte por los integristas islámicos.

Pasar por el aro

Desde la tribuna, Messoudi hizo un llamamiento a los europeos mediterráneos para que "condenen el terrorismo integrista" y muestren su solidaridad con la sociedad argelina. Una sociedad a la que, según Jordi Pujol, los europeos no hemos llegado a entender jamás. "Hemos pensado que podíamos hacerles pasar por el aro de nuestra propia cultura, sin comprender", dijo el presidente catalán, "que ellos tienen otra forma de ver las cosas". Añadió que generalmente, los países que han ido mejor han sido aquellos que han sabido combinar los valores occidentales -"que no digo que sean los mejores, pero si los más eficaces a nivel mundial- con los de su propia identidad. Y mencionó a Japón y China "que está insertando toda la tecnología occidental, con sus fundamentos, que son su historia milenaria y su confucionismo".Aprovechando su estancia en Nápoles, Felipe de Borbón se reunió con la comunidad española en la región italiana de la Campania y tenía previsto visitar hoy las ruinas de Pompeya.