Otras claves de la negociación

En su punto álgido, la cumbre de Kioto negocia ahora sobre tres puntos clave, además del objetivo fundamental de acordar cantidades específicas de reducción de gases. Esos puntos clave vienen dados por los mecanismos para la puesta en práctica del control de emisiones. Según unos, son condiciones imprescindibles. Según otros, pueden convertirse en agujeros del protocolo de reducción por los que éste se vaciaría de contenido y de compromisos en la práctica.Estas claves son:

Gases de efecto de invernadero. Los países de la cumbre están de acuerdo en que los tres principales cuyas emisiones deben reducirse son el dióxido de carbono (CO2), el metano y el óxido nitroso.

Otros tres gases con efecto invernadero muy potente que se analizan son los hidrofluorocarbonos, los perfurocarbonos y el hexafluoruro de azufre. EE UU y los grupos ecologistas defienden su inclusión ya en el protocolo de control, junto a los tres primeros. La UE prefiere dejarlos fuera de momento, argumentando que no se conocen todavía tan bien como los tres primeros. Éste es el punto en que antes se avanzó en Kioto hacia una convergencia de posturas con una opción denominada tres más tres, que significaría someter a reducciones los tres primeros ahora y los otros tres dentro de un año, en la próxima conferencia de la Convención.

Sumideros de CO2. La idea es contabilizar la capacidad de absorción de CO2 que, tienen sobre todo los bosques, de manera que este efecto pueda restarse del balance total de emisiones de cada país. Dadas las incertidumbres científicas acerca de la respuesta de los bosques y el suelo a las alteraciones de los ecosistemas y la dificultad de evaluar con exactitud la capacidad de absorción de los sumideros, los debates técnicos han exigido mucho esfuerzo de los grupos, de trabajo de la cumbre.

Mercado de emisiones. Significa que un país pueda vender a otro cuotas de emisiones que no necesita. La compra-venta de aire caliente, como se ha denominado, es defendida por países cuyos niveles de emisión están ya por debajo -debido a su situación económica- de los límites que pudieran incluirse en un acuerdo de reducción. Estas naciones desean vender su margen a países para los cuales supone un esfuerzo reducir sus emisiones. La Unión Europea es contraria a estos acuerdos de "pagar para seguir contaminando" porque entiende que el objetivo es lograr reducciones significativas de emisiones en el interior de cada país.

Iniciativas de aplicación conjunta. Son acuerdos entre países desarrollados que financian y promueven proyectos que repercutan en la disminución de las emisiones en países en vías de desarrollo; y se intenta que la cantidad reducida se reparta entre las cuentas de emisiones de ambos.

La exclusión de las emisiones del transporte aéreo y marítimo internacional de la contabilidad de emisiones, propuesta por la UE, está en debate.