La central de AImazán
Campesinos de Cándeleda, Arenas de San Pedro y otros pueblos de la comarca, a varias decenas de kilómetros de la central de Almazán, se quejan de nuevo porque las hojas de las higueras parecen abrasadas y sus frutos se pudrieron a primeros de octubre, la oliva no ha madurado aún y manzanos y tomateras mueren con sospechosas manchas de color oscuro. Reacciones así nunca se habían producido antes. Comentan que hubo nuevos escapes, oficialmente no reconocidos, pero los del lugar los conocen bien, no es la primera vez, como lo dicen los niños con malformaciones que han nacido en la región. Asustan los planes de la ministra Tocino al hablarse de aumentar la potencia de ciertas nucleares cuando ni siquiera parece controlarse lo que se tiene. Dicen que son muy seguras y necesarias, pero evidentemente en Madrid no habrá nunca un peligro similar. El problema no es sólo lo posible, sino lo que se deja pasar. ¿0 es que están esperando un nuevo Chernóbil para actuar y cerrar, o al menos asegurar, vetustas producciones de radiactividad?-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.