Los inspectores de la ONU regresan hoy a Irak después de que Sadam dé su brazo a torcer

Todos los inspectores de la ONU que abandonaron la semana pasada Bagdad tras la expulsión decretada por Sadam Husein contra los técnicos de nacionalidad estadounidense regresarán hoy a la capital iraquí. Mañana reanudarán sus tareas de inspección. Después de tres semanas de pulso, Sadam Husein aceptó ayer el regreso de los 74 inspectores de la ONU, incluidos los seis de nacionalidad estadounidense, a resultas de] acuerdo impulsado por Rusia. Estados Unidos mantiene su cautela al respecto, y recordó que vetará en la ONU el levantamiento de las sanciones internacionales contra Bagdad, un objetivo por el que Rusia ha prometido trabajar.

"Irak ha aceptado el regreso de los inspectores de la comisión especial de la ONU, incluidos los norteamericanos", aseguraba el comunicado difundido al concluir el Consejo de Ministros presidido por Sadam Husein.Horas después, la comisión de desarme de la ONU decidió el regreso hoy a Bagdad de todos los técnicos que fueron evacuados la semana pasada hacia Bahrein. Aunque Sadam sólo había expulsado a los seis norteamericanos, Richard Butler, jefe de la comisión, decidió entonces la salida de todos ellos, independientemente de su nacionalidad. El propio Butler viajará también a Bagdad.

Poco antes del anuncio desde Irak, en Moscú, un comunicado conjunto ruso-iraquí explicaba que el viaje y las conversaciones en Moscú del viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, se realizaron en base al intercambio de mensajes entre el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y el de Irak, Sadam Husein. Tanto estos mensajes como las conversaciones mantenidas en la capital rusa tenían como objetivo "lograr un arreglo político-diplomático de la crisis actual", se dice en el documento, que especifica que "Irak da su consentimiento al regreso al país de todos los miembros de la comisión especial con fecha 20 de noviembre de 1997".

Al mismo tiempo, Rusia se compromete a contribuir "vigorosamente, una vez que Irak haya cumplido las correspondientes, resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, al levantamiento, lo antes posible, de las sanciones contra Irak y, en primer lugar, al cumplimiento del punto 22 de la resolución 687". "Con este fin se emprenderán pasos activos para aumentar la eficacia del trabajo de la comisión especial de la ONU, respetando la soberanía y la seguridad de Irak", concluye la declaración conjunta.

Tanto el presidente como la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y otras autoridades estadounidenses evitaron el triunfalismo, expresaron reservas respecto a la credibilidad de la palabra de Sadam, afirmaron que no han hecho ni piensan hacer concesiones a Irak, declararon que no se sienten comprometidos por ninguna promesa que hayan podido hacer los rusos e insistieron en la continuidad de su despliegue militar. Seis bombarderos B52H volaron ayer desde Luisiana a las proximidades del golfo Pérsico. Además, el Pentágono anunció el envió a Bahrein de más misiles antiaéreos Patriot para proteger a los 32 aviones enviados a ese emirato.

Al comienzo de un desayuno en la Casa Blanca con líderes religiosos, Clinton hizo un breve comentario sobre la mediación rusa y la reunión en Ginebra de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Comenzó recordando que la petición norteamericana ha sido y sigue siendo que Irak "cumpla por completo y sin condiciones el deseo de la comunidad internacional" de que regresen todos los inspectores, incluidos los norteamericanos. Y añadió: "Él [Sadam Husein] ha dicho que va a hacerlo. Nosotros vamos a esperar y ver qué es lo que hace en los próximos días".

Todos satisfechos

El modo en que se ha resuelto la crisis, afirmaron fuentes diplomáticas extranjeras en Washington, satisface a casi todo el mundo. Clinton puede reivindicar con razón que ha sido su combinación de acción diplomática con un firme despliegue militar lo que ha llevado a Sadam a ceder. Pero si EE UU ha obtenido lo que buscaba sin pegar un tiro, el modo en que se ha desatascado el conflicto supone el regreso a la gran escena diplomática internacional de Rusia. En cuanto a Sadam, intentará convencer a su pueblo de que ha conseguido la promesa de mejorar la situación.El protagonismo del Kremlin en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis iraquí fue reafirmado ayer cuando se difundió en Moscú el comunicado conjunto de Rusia e Irak. Los rusos no ocultan que están orgullosos del papel que les ha correspondido desempeñar en esta crisis. "Se trata de un importante éxito de la diplomacia rusa, que permite aliviar la tensión surgida en torno a Irak y crear las condiciones para trabajar de forma constructiva en la superación definitiva de la crisis", declaró ayer Valeri Nesterushkin, portavoz de Exteriores ruso.

Serguéi Yastrzhembski, el portavoz presidencial ruso, señaló por su parte que la actual situación surgida gracias a los esfuerzos de Rusia constituye "una de las más brillantes victorias del presidente Yeltsin y de la diplomacia rusa". "Se trata, ante todo, de una victoria de la razón", señaló Yastrzhembski, gracias a la cual se "evita" un posible derramamiento de sangre.