Arrecian las protestas contra la expansión urbanística del PP en el casco viejo de Segovia
La oposición y lo s vecinos acusan al alcalde de crear una ciudad de cartón piedra
Cambios de uso en espacios especialmente protegidos; casas hundidas que no se rehabilitan; aceras eliminadas para una peatonalización que nadie asume; albañiles que hacen alcantarillas después de poner un suelo nuevo en la Plaza Mayor... La piqueta del Ayuntamiento de Segovia y de la Junta de Castilla y León, regidos con mayoría absoluta por el Partido Popular, sigue llenando Segovia de agujeros y polémica, mientras los 4.442 habitantes del Casco antiguo -con el Acueducto, Patrimonio de la Humanidad- escapan a los barrios de las afueras. Segovia se muere, claman vecinos y oposición. El alcalde, Ramón Escobar, dice que quiere revitalizar el centro. Sus planes -cuatro aparcamientos, un centro de convenciones, un edificio institucional...- lo contradicen, a él y al Plan Especial de Protección. "Quiere hacer una ciudad de cartón piedra" dice el PSOE.
El Ayuntamiento en el que el 18 de abril de 1931 Antonio Machado izó la bandera republicana es hoy un epatante edificio de interiores relucientes y arquitectura a la americana, espectacular transportín para minusválidos incluido. Fuera de allí, las cosas son muy distintas. Las cifras de un estudio elaborado a partir del padrón de 1996 evidencian que el casco viejo se hunde y colocan a Segovia en la misma situación que otras ciudades históricas españolas: de las 2.254 viviendas censadas, 767 -un 33,2%- están vacías. Y, según la estimación del Plan Especial, un 80% necesita rehabilitación.Ana Pastor, portavoz municipal del PSOE, es contundente: "Este alcalde-hormigonera sólo piensa en hacer obras que den imagen. Quiere una ciudad de cartón piedra, ideal para el cine pero donde no viva gente. Y es muy peligroso porque tiene mucho dinero de la Junta y ningún interés por recuperar el patrimonio".
Pastor añade que el Plan Especial de Protección del Recinto Amurallado, aprobado por consenso en 1993, ha sido destruido. "Ya en el primer pleno con mayoría absoluta lo modificaron. Y luego el reguero de cambios ha sido constante: un aparcamiento, un cambio". Y remata: "La ciudad estaba más protegida durante el franquismo que ahora".
Un edificio por un mercado
La gota que ha colmado la paciencia de la oposición y los vecinos es la noticia, dada el lunes pasado "en primicia" por Ramón Escobar y sus dos asistentes de urbanismo -Jesús Gómez, coordinador del área, y José Luis Sanz, concejal y vicesecretario provincial del PP-, de que se va a construir un nuevo edificio para albergar los servicios de Urbanismo. Se levantará en el lugar que hoy ocupa el pequeño mercado de los Huertos, uno de los pocos lugares donde los habitantes del centro pueden abastecerse diariamente. La obra costará 100 millones de pesetas, que pagará, según el alcalde, la Junta de Castilla y León, y alojará la oficina que gestione las ayudas para rehabilitar las viviendas.Nadie entiende por qué, cuando por fin se ejecuta la ordenanza muncipal -aprobada en abril de 1996- que obligaba a catalogar y conservar los edificios del centro, la primera partida se destina a edificar una oficina en vez de a rehabilitar.
Pero ésta es sólo una pequeña parte de un debate más profundo. PSOE, Izquierda Unida y la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS) miran al futuro y no ven niños en las calles, ni ropa tendida en los patios, ni coches circulando una mañana de invierno. Francisco José Serrano, cirujano, residente en el distrito 1 y miembro de la asociación vecinal, hace las preguntas clave: "¿Qué idea tiene el PP para Segovia? ¿Quiere otro Toledo, un museo / gueto con monumentos tiendas de recuerdos para turistas y sin habitantes? ¿O un lugar con vida, casas habitables, escuelas, hospitales y lugares de ocio?"
Ana Pastor lo tiene claro: "La intención del alcalde es dejar que las casas se caigan para luego especular". La portavoz socialista afirma que los precios se han disparado ya: "Somos la tercera provincia más cara de Castilla y León. Por tres plantas de 50 metros cuadrados en el centro te piden hoy 40 millones, y hay que gastarse otros 50 en reformas".
Los números, y también la actitud, de Ramón Escobar -un munícipe que recuerda a otro famoso por su corpulencia (casi 1,90 de estatura y unos 100 kilos de peso) y su directa forma de expresión- son muy distintos: "El INE dice que ahora vive un 3% más de gente en el centro que hace tres años. Y los precios han bajado un 3%. Lo que pasa es que cualquier cosa que se haga en Segovia es polémica. Es inmovilista y apática. Pero no tenemos industria, el patrimonio se deteriora, la vida se pierde y hay que hacer algo".
El alcalde resume entonces sus planes, según la oposición por primera vez desde que llegó a la alcaldía en 1991: "Las medidas van en dos sentidos: revitalizar el centro a base de rehabilitar; y facilitar el acceso del tráfico al casco viejo a residentes y visitantes haciendo estacionamientos lo menos visibles posible y lo menos lesivos para el entorno, aunque haya que cambiar algunos matices poco aclarados en el Plan Especial. Haremos también un centro de convenciones, que tendrá auditorio, en el teatro Cervantes; un pabellón deportivo, y un centro cívico con biblioteca. Y pondremos otra, vez los puestos del mercado".
Babelia
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