El señor arzobispo y el perdón

Don Ricard María Carles (de profesión arzobispo y destinado en Barcelona), en la entrevista publicada en EL PAÍS el día 9, dice, entre otras cosas, que la Iglesia no tiene por qué pedir perdón por su apoyo a la dictadura franquista; que el golpe militar contra el Gobierno legítimo de la República no se entiende sin tener en cuenta los años anteriores a 1936; que la Iglesia tuvo 12.000 muertos (no sé si aquí están contados los curas que fusiló Franco en el País Vasco) y que, si se ha de pedir perdón, éste tendría que ser pedido por todos. De nuevo los verdugos se presentan como víctimas. La guerra civil fue un desastre, pero los responsables de ella no fueron los que se defendieron de la agresión católico-fascista, sino los que la alentaron, la bendijeron y la ejecutaron. Ellos fueron los responsables de todas las muertes, de todos los sufrimientos, del exilio y del dolor. Sobre todo los que bendijeron convirtiendo la carnicería en cruzada, igual que esos curas argentinos que asesoraban y tranquilizaban espiritualmente a los militares cuando lanzaban a los detenidos desde los helicópteros al mar.¡Qué pena me dan y qué miedo les tengo, por Dios!-