Los editores rechazan, el descuento de hasta el 12% en los libros de texto

El acuerdo adoptado ayer en la Comisión de Economía del Congreso para permitir el próximo año descuentos en los libros de texto de hasta el 12%, en lugar del 25% que pretendía en principio el Gobierno, no ha variado la postura de los editores. La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), que ayer se reunió en Bilbao, reiteró su defensa del precio fijo "para tener libros más baratos y asequibles" y garantizar "la actividad editorial y creadora de las minorías lingüísticas y culturales".

El presidente de la FGEE, Juan Isasa, reiteró su "firme y absoluta" oposición a la propuesta sobre descuentos realizada por el Gobierno, a la que acusó de romper el precio fijo y permitir "una grave perturbación del mercado" al romper el precio fijo.Los libreros, representados por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), se unieron ayer a las posturas defendidas por los editores, quienes pronosticaron "un fuerte desbarajuste" en el mercado, que abrirá una guerra comercial.

Según sus previsiones, la nueva situación sólo beneficiará a los hipermercados, que aprovecharán el tirón de los libros con descuento para vender otros materiales. "Se creará una situación con subidas de precios para sostener descuentos artificiales o se provocará una bajada en la calidad de los libros", declararon los portavoces de la federación.

Isasa llegó a considerar la necesidad de revisar la regulación de los derechos de autor en el nuevo marco que se abrirá con la autorización de descuentos, ya que el pago de tales derechos se establece con un porcentaje sobre el precio de venta al público.

Los editores advirtieron de que los libreros -con márgenes de beneficio neto del 3%- serán los primeros perjudicados por la autorización de los descuentos. Sus previsiones apuntan a una importante desaparición de librerías, lo que a su vez tendrá un impacto negativo más profundo al reducir el mercado de distribución.

La FGEE, que agrupa a cerca de 700. editores, en su mayoría empresas de pequeñas dimensiones, basó sus posiciones en la calificación del libro como bien cultural de naturaleza específica", diferenciado de otros bienes de consumo. Y puso un ejemplo: "La ley nos obliga a ceder un número de ejemplares en depósito [al Estado], lo que no ocurre con los fabricantes de camisas o bolígrafos, por ejemplo", señaló Isasa. "El precio fijo", agregó, "no es un privilegio; es el sistema que permite una oferta cultural múltiple y enriquecedora".

La iniciativa adoptada por el Gobierno sobre descuentos en libros de texto fue rechazada en todos sus aspectos por los editores.

"La propuesta del Gobierno ha sido falazmente presentada como liberalizadora", subrayaron tras la reunión celebrada en Bilbao. "Es positivo que se haya suprimido el artículo 97 del proyecto de ley, pero protestamos por la medida de a»utorizar descuentos del 12% en los libros de texto. Creemos que en última instancia, se rompe el precio fijo".

La FGEE acusó al Gobierno de desviar el problema de la carestía de los libros hacia los libreros y editores y de no acometer otro tipo de medidas, desde su punto de vista más eficaces, para facilitar la compra a los consumidores, como establecer desgravaciones fiscales, la supresión IVA del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) o la concesión de subvenciones a las familias más desfavorecidas.

"Mientras hemos negociado con el Gobierno, nuestra única arma ha sido el diálogo", dijo Isasa. "Hemos hablado con todos los grupos parlamentarios. "Una vez que el tema está en el Parlamento, no tenemos ni voz ni voto".