Expertos en fecundación proponen un tope de tres embriones por implante

El desarrollo de las técnicas de reproducción asistida está provocando un aumento de los embarazos múltiples, con el consiguiente riesgo para la madre y los fetos, y el recurso creciente a la reducción embrionaria para eliminar una parte de los óvulos fecundados. La necesidad de evitar que este riesgo siga aumentando ha llevado a la Generalitat de Cataluña a convocar una conferencia de consenso en la que han participado los principales expertos en fecundación asistida. La conclusión ha sido clara: es preciso controlar mejor los tratamientos de estimulación ovárica y limitar a tres el número de embriones que se transfieren en cada caso.

La conferencia ha denunciado la falta de desarrollo de la Ley de Reproducción Asistida de 1988. Esta ley establecía un plazo de seis meses para constituir una comisión nacional encargada de adaptar su aplicación y establecer los mecanismos necesarios para controlar estas técnicas. Esta comisión se reunirá por primera vez el próximo miércoles, día 11, con nueve años de retraso.El aumento de los embarazos múltiples se debe, según los expertos reunidos en la conferencia, a dos causas: la falta de rigor en la aplicación de algunos tratamientos de estimulación ovárica y a que en algunos centros de FIV (fecundación in vitro) se transfiere a las mujeres un número excesivo de embriones para asegurar el embarazo.

Los datos del Registro de FIV de Cataluña, el único que existe en España, indican que entre el 33% y el 36% de las mujeres sometidas a esta técnica tienen embarazo múltiple. En el caso de la estimulación ovárica, ni siquiera existen datos, aunque algunos de los casos más espectaculares, como el de los sextillizos de Huelva, se han debido a ella. La falta de control hace que en estos momentos estén realizando estimulación ovárica incluso algunos médicos de cabecera, sin medios para controlar adecuadamente su desarrollo.

La conferencia concluye que en la estimulación ovárica es posible evitar el embarazo múltiples mediante control ecográfico del crecimiento folicular y la determinación de niveles de estradiol en sangre. Si no se aplican estos procedimientos, la mujer es víctima de una mala práctica médica.

En el caso de la FIV, la conferencia concluye que el éxito de un programa "no debe medirse sólo por la tasa de embarazos lograda, sino también por la de embarazos múltiples, que, debe considerarse un efecto adverso no deseable". Las estadísticas de Cataluña confirman que conforme aumenta el número de embriones transferidos aumentan también los embarazos de trillizos, cuatrillizos e incluso quintillizos. "Existe evidencia científica suficiente", concluye la conferencia, "para considerar que el número máximo de embriones a transferir en casos de buen pronóstico, como es el de mujeres jóvenes y con buena calidad embrionaria, sea de dos o tres". En casos menos favorables, de mujeres que hayan fracasado repetidamente en intentos previos, se podrán implantar hasta un máximo de cinco,. "Pero hay que tener en cuenta", resaltó la presidenta del jurado, la catedrática de Derecho Civil Encarna Roca, "que es reprobable la práctica de transferir un número excesivo de embriones para asegurar el embarazo, con la perspectiva de recurrir luego a la reducción embrionaria".

Cuantos más embriones mayor es el riesgo para la madre y los fetos. Los expertos concluyen que "a partir de tres embriones, este riesgo se incrementa muy significativamente y "a partir de cuatro, la viabilidad fetal está además seriamente comprometida". En estos casos, la reducción embrionaria es una alternativa, pero hay que tener en cuenta que también comporta riesgos, entre ellos la pérdida del embarazo. Los expertos recomiendan recurrir a la reducción embrionaria en los embarazos de 4 embriones. En los embarazos de tres, deben sopesarse los riesgos y beneficios, y en los de dos, sólo estará justificada por indicación terapéutica.