Los 'oscars' de la fecundación asistida
Un trabajo español sobre reproducción humana, premiado en EE UU
Buenas noticias para el mundo de las parejas estériles y buenas noticias para los científicos españoles especializados en fecundación asistida. La Sociedad Americana de Fertilidad -algo así como Hollywood y los oscars en el mundo de la reproducción humana- ha premiado este año a cuatro equipos de científicos por unos trabajos de investigación excepcionalmente innovadores que abren las puertas de la esperanza a miles de parejas.
La segunda noticia es que uno de esos galardones, otorgados hace dos semanas, corresponde a un trabajo de un médico valenciano. Se trata de Carlos Simón, ginecólogo de 37 años, investigador del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y profesor en la Universidad de Medicina de Valencia. Simón, que ha recibido otros dos premios de la Sociedad Americana en 1993 y 1995, cree que la calidad de los trabajos supera este año con creces a la de los congresos anteriores.
El pegamento
Simón obtuvo el galardón por el descubrimiento de una proteína clave en la reproducción y situada en el endometrio (membrana mucosa que tapiza la cavidad uterina). Este investigador, junto a su equipo del Instituto Valenciano de Fertilidad y varios colaboradores de universidades de Sydney (Australia) y California (EE UU), cree que esta proteína puede servir a modo de pegamento para que se asiente el embrión en el útero o bien, al quitar esta sustancia, ejercer de sistema anticonceptivo.La sustancia la suelen generar la mayoría de las mujeres entre el sexto y el octavo día después de la ovulación. En caso de que se quiera eliminar esa proteína para no quedar embarazada, la mujer deberá tomar durante cuatro días al mes cápsulas vaginales que no afectarían a su menstruación. Cuando alguna mujer carezca de ella, la forma de implantarla será mediante tratamiento hormonal.
"Pero estos últimos puntos", asume Simón, refiriéndose a las píldoras vaginales y a los tratamientos de hormonas, "aún se encuentran en estudio. De momento hemos descubierto la sustancia; a partir de ahí trabajaremos sobre ella".
Lo más difícil ya se ha hecho. Y los colegas de Estados Unidos así lo reconocieron.
Los avances en este campo son más espectaculares cada día. El primer premio concedido este año por la Sociedad Americana de Fertilidad atañe a las mujeres mayores y fue presentado por los especialistas de Tecnología de Reproducción Asistida; premiaron al equipo de J. Zhang y J. Grifo, de Nueva York.
Los dos médicos estadounidenses han conseguido seleccionar un óvulo inmaduro en una mujer de unos 45 años, sacarle el núcleo donde va toda la carga genética de la mujer y después inyectarlo en otro ovocito inmaduro al que previamente han extraído el núcleo. Así quedaría solventado potencialmente el problema de las mujeres mayores que no pueden generar óvulos maduros capaces de ser fecundados.
Otro de los hallazgos interesa a las parejas que solicitan embarazos in vitro porque les es imposible obtenerlos de forma natural. En la actualidad, el porcentaje de mujeres que se pueden quedar embarazadas con las técnicas de fecundación in vitro es del 30% de quienes lo intentan. Con los descubrimientos de D. K. Gardner, de Colorado (Estados Unidos), las posibilidades aumentan hasta un 50%.
La explicación de este experimento es sencilla: en la actualidad, los médicos extraen del útero un ovocito maduro, lo sacan fuera para fecundarlo in vitro con un espermatozoide y lo vuelven a meter a los dos días en el útero. El ovocito debe emprender un viaje biológico por las trompas de Falopio hasta la cara posterior del útero. En ese viaje que suele durar tres o cuatro días, muere la mayoría de los embriones. Gardner y su equipo han conseguido ahorrarle el trayecto al embrión por las trompas, con la cual llega con seis días de vida y más capacidad de pegarse al útero.
Otro premio lo obtuvo el médico de Chicago C. Niederlerger por descubrir, mediante pruebas con hombres y ratones, la estructura de un gen relacionado con la impotencia. Al gen lo ha llamado DAZ, siglas que en inglés significan "desaparece en los hombres sin espermatozoides". Así, muchas familias podrán saber si el origen de su problema es o no genético.
A Simón no le resultaban desconocidos los nombres de los colegas premiados. En parte porque ha trabajado varios años en Estados Unidos y en parte porque, en el mundo de la reproducción asistida, a los mejores los conoce todo el mundo. Y en este sentido, según afirma este investigador, España se encuentra entre los países punteros en la lucha contra la esterilidad. "El prestigio que tienen fuera de nuestro país la clínica Dexeus y el Instituto Valenciano de Infertilidad es incuestionable", sentencia Simón.
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