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Reportaje:POLÍTICA CIENTÍFICA: UNIVERSIDAD Y CSIC

Una generación de investigadores denuncia la grave situación de la ciencia en España

Una treintena de investigadores españoles, muchos de ellos jóvenes que trabajan en el extranjero, se encontraron en el ciberespacio y entablaron un debate por Internet en EL PAÍS Digital sobre los problemas acuciantes que detectan en el mundo científico español. Aportaron opiniones, ideas, réplicas y casos particulares y se fueron conociendo entre ellos. Tienen en común la inquietud por la situación de la investigación, la ciencia y la universidad en España. Tras cuatro meses de conversaciones en la red, han dado dos pasos adelante: han redactado un documento de propuestas de soluciones a los problemas que consideran más sangrantes y han promovido la formación de la Asociación por el Avance de la Ciencia y la Tecnología en España (AACTE).

Más información
Propuesta de soluciones
Algunas voces

Ellos han enviado el documento, titulado La gravedad del problema de la investigación científico-técnica en España, a la ministra de Educación y Cultura Esperanza Aguirre. En él, Antonio Aparicio -profesor titular de la Universidad de La Laguna y actualmente investigador en la Carnegie Institution (EE UU)- y 32 firmas más, critican la endogamia y el corporativismo en el sistema de acceso a la docencia universitaria y a la carrera investigadora, alertan acerca del raquítico porcentaje del PIB (0,8%) que España dedica a ciencia y destacan la falta de investigación en el sector privado.

El pistoletazo de salida lo dio Manuel Espinosa, investigador del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC) con el artículo Nuestra ciencia envejece que se publicó en estas páginas de Futuro el pasado 2 de julio. "No existe una carrera investigadora en España", escribía. Empezaron a llegar comentarios (por correo electrónico) a EL PAÍS Digital. Su responsable, Mariló Ruiz de Elvira explica: "Decidimos abrir en la sección de Cartas un apartado bajo el título Investigadores y Políticos [ww.elpais.es/p/d/cartas/inves.htm], que ha desembocado en el nacimiento de la asociación".

Corporativismo

Los científicos que suscriben el documento están en diferentes situaciones laborales, desde becarios hasta profesores titulares o investigadores del CSIC. "La Universidad es responsable de la formación de profesionales de alta cualificación y donde se encuentra el 80% del personal investigador español. Sin embarbo, atenazada por la endogamia y el corporativismo, está viciada en su funcionamiento y falta constantemente al espíritu y la letra de la Ley de Reforma Universitaria", dice el documento.Preocupa especialmente el tema de los profesores asociados que, "según la LRU, deberían ser profesionales de reconocido prestigio que han desarrollado y desarrollan su carrera fuera del ámbito universitario". Sin embargo son, frecuentemente, "personas sin experiencia previa, contratadas en precario para resolver problemas docentes del momento" y, a menudo, "no pasan un proceso riguroso de selección en competencia abierta". La posibilidad de funcionalizar a todo el colectivo, sin posibilidad efectiva de competencia externa, tendría consecuencia gravísimas a corto y largo plazo, consideran los firmantes del documento.

Trucos habituales para impedir el acceso a las plazas de profesores universitarios a los que tienen mejor historial investigador en favor de los candidatos de la casa, recuerdan estos investigadores, son no dar apenas publicidad a las convocatorias y sacar las oposiciones en los meses de verano, así como que el departamento que convoca la plaza elija a dos miembros del tribunal y que los perfiles docentes se lleven a extremos que impiden toda competencia abierta. En los últimos años estas prácticas han llegado a incluir la renuncia por escrito por parte de un profesor asociado a su contrato cuando se convoca la plaza, con la seguridad de que la obtendrá; así, en muchas oposiciones sólo se presenta un candidato.

En el CSIC detectan algunos problemas similares a los de la universidad, aunque es un sistema más abierto a la competencia, pero destacan que "el número de investigadores en plantilla es muy pequeño si se compara con el de instituciones análogas en países de nuestro entorno" y su envejecimiento preocupante.

"La asociación estaba en la mente de mucha gente hace tiempo, pero es muy difícil aglutinar a personas que están trabajando desperdigadas por todo el mundo. De ahí la utilidad que ha tenido este foro de debate para ponernos en contacto", comenta Aparicio. La AACTE tiene una sede social en la red, una dirección Internet: www.econ.upf.es/~ninomora/aacte.html. El secretario es José Niño Mora (ninomora@upf.es).

"Una de las características de EL PAÍS Digital es que lo leen científicos de todo el mundo", comenta Ruiz de Elvira. "La retroalimentación entre la edición impresa del periódico y la digital es uno de los valores que encierra la interactividad que nos pone en bandeja Internet, con el valor añadido de que en EL PAÍS Digital, al contrario que en el papel, el espacio es infinito y da cabida a todos aquellos que quieran participar en un debate".

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