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Ucrania experimenta en los cerebros de niños abandonados

La UE investiga en Kiev prácticas médicas el que cambian la personalidad a enfermos y deficientes

Berna González Harbour

Ucrania se ha convertido en escenario de prácticas médicas legales. Fuera de todo control ético, científicos de este país estan haciendo experimentos de implantes en los cerebros de niños abandonados y deficientes mentales con el objeto de "mejorar su personalidad"; se producen casos de psiquiatría comercial, en los que se enajenan los bienes de deficientes psíquicos después de que los médicos hagan falsos diagnósticos de cordura: y la máxima autoridad en psiquiatría del Ministerio de Salud es autor de una teoría para tratar a los esquizofrénicós que ha espantado a expertos del mundo occidental. Así lo han denunciado varias ONG, y la alarma se ha extendido hasta la Unión Europea. La UE, primer donante de Ucrania y con el que ha firmado varios acuerdos, ya ha iniciado una investigación. Pero Ucrania no responde."No hay respuesta de las autoridades ucranias. Estamos intentando investigar en Kiev, pero no obtenemos nada", cuenta Olivier de Laroussilhe, encargado de- Ucrania de la, UE. De Laroussilhe ha viajado esta ` semana a la capital ucrania para, entre otros cometidos, tratar de averiguar datos sobre estas denuncias. "Tal vez no contestan porque no quieren, y tal vez porque no pueden. Hay que tener en cuenta que Ucrania es un país donde los médicos no cobran desde hace más de un año, donde no hay medicinas, ni esterilización. Si uno ingresa en el hospital debe llevar sus propias medicinas. En tal situación, el Estado no tiene capacidad de control, y es muy probable que por eso ocurran esas prácticas. Lo que sí es cierto es que, en el plano ético, no hay absolutamente ningún control".

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El mensaje de la UE, por tanto, es claro: aún no hay pruebas -"para eso necesitaríamos una investigación policial, y la UE no la puede hacer"-, pero la organización no gubernamental que ha facilitado esta información, Iniciativa de Ginebra para la Psiquiatría, es de su total confianza.

De todas las denuncias llegadas a Occidente, la mayoría a través del. antiguo disidente ucranio Semion Gluzman, la más escandalosa es tal vez la que se refiere a trasplantes quirúrgicos de células embrionarias en los enfermos, sobre todo "niños abandonados", en palabras del doctor Tsimbaliuk, uno de sus autores.

"A menudo trabajamos con pacientes que han sido dados, por perdidos, sin esperanza aIguna, por otros médicos. Por ejemplo, los epilépticos, los deficientes psíquicos infantiles, niños con parálisis cerebral. Mayormente se trata de niños abandonados. Y para un grupo tan desahuciado conseguimos una mejora del 60%", declaró el doctor Vital Tsimbaliuk al periódico ucranio Dien.

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En la misma entrevista, difundida a occidente por el ex disidente Gluzman, Tsimbaliuk explicó así su método: "Dos células, las de un hombre y una mujer, que se unen en un embrión, poseen un gran poder al, permitir el crecimiento de un nuevo organismo. Este poder, junto con las preparaciones en el interior del embrión, al ser introducido durante la operación en el cerebro dañado, estimula su actividad, lo hace funcionar. Yo llamo a este proceso el 'sopló directo' a las células del cerebro".

Se trata de una "práctica ilegal" en los países occidentales, según el secretario general de Iniciativa de Ginebra para la Psiquiatría, el holandés Robert Van Doren. El doctor español Tomás Palomo, jefe del servicio de Psiquiatría del hospital Doce de Octubre de Madrid, manifestó que en España se realizan estudios de este tipo en enfermos de Parkinson. "Pero si hablamos de experimentos en niños abandonados, en deficientes, es una barbaridad7, manifestó. "Hacer la operación no es ilegal. Otra cosa es de dónde salgan las células embrionarias y cómo se han obtenido.Los tejidos embrionarios que se utilizan en Ucrania se obtienen de "miles de abortos" que el premiado, Tsimbaliuk explica así: si la mujer que aborta llegara a saber que algunas células del feto existen implantadas en otro ser, "habría cierta justificación para ella, ya que al menos ha ayudado a alguien". Como resultado de la operación, reconoce, "la persona quedaría salvada de la enfermedad, pero ya no sería el mismo de antes. Trabajamos, digamos, para mejorar la personalidad".Estas operaciones están siendo realizadas por un equipo de ocho personas que trabaja con Tsimbaliuk_incluido en pacientes extranjeros. El es miembro correspondiente de la Academia de Ciencias Médicas de Ucrania y subdirector del Instituto de Investigación Científica en Neurocirugía Romodanov. También lo realizan neurocirujanos de Jarkov.

"Cada centímetro del cuerpo humano esta relleno con nervios, vasos, tendones. La lesión de uno de esos nervios parece paralizar cierto grupo de músculos. Algunas veces, una mano entera o un pie. Después de una operación tradicional, la tasa de recuperación de los nervios es de cerca de un milímetro por día. Pero si suturamos los nervios con una implantación simultánea de tejido nervioso de embriones, el proceso se acelera", explica el doctor Tsimbaliuk.No es éste el único escándalo. El antiguo disidente Gluzman, quien se hizo notorio durante la era comunista por denunciar las prisiones psiquiátricas, donde catalogaban como dementes a presos políticos mediante diagnósticos falsos, ha abierto un canal de quejas ante la citada Iniciativa de Ginebra denunciando oscuros casos de "psicocirugía en pacientes mentales" en Dnepropetrovsk, además de algo que ha llamado "psiquiatría comercia". Después de publicar esa información, Iniciativa de Ginebra recibió aún más "inquietantes noticias sobre violaciones de derechos húmanos similares", en palabras de esta organización.

Tal es, por ejemplo, el caso del doctor Arseniuk, del Hospital Psiquiátrico de Pavlov, en Kiev, que supuestamente convenció a un paciente mentalmente retrasado para que firma ra la venta de su piso. Para que la operación pareciera legal mente válida, le declaró "mentalmente sano". Pero cualquier intento de investigación en este hospital es infructuoso. Su director, Vitali Lisovenko, ha emitido una orden por la que prohíbe todo contacto de su personal con extranjeros, siempre según Iniciativa de Ginebra. Las propias autoridades sanitarias ucranias crearon una comision de investigación sobre Lisovenko que determinó "mala dirección, apropiación indebida de fondos y robo de ayuda humanitaria (la última que desapareció fue una gran cantidad de leche en polvo donada por la Orden Maltesa de la Cruz Sagrada, que nunca llegó a los pacientes)". Pero, a pesar de todo, según Iniciativa de Ginebra, "las autoridades ucranias no fueron capa ces de despedir, a Lisovenko de su trabajo". Simultáneamente, una diputada acusaba en el Parlamento ucranio al ex disidente Gluzan, hoy miembro de la Asociacion Psiquiátrica de Ucrania, de poner a esta organización en el punto de mira de las agencias de inteligencia occidentales.

Éstos son los datos con los que cuenta la Unión Europea. Unas denuncias que, de confirmarse, dañarán severamente las relaciones con Ucrania. En palabras de De Larroussilhe, "el Tratado de Cooperación firmado entre la Unión Europea y Ucrania contempla el respeto a los derechos humanos. Si esto se prueba, sí tendremos que reaccionar".

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Sobre la firma

Berna González Harbour
Presenta ¿Qué estás leyendo?, el podcast de libros de EL PAÍS. Escribe en Cultura y en Babelia. Es columnista en Opinión y analista de ‘Hoy por Hoy’. Ha sido enviada en zonas en conflicto, corresponsal en Moscú y subdirectora en varias áreas. Premio Dashiell Hammett por 'El sueño de la razón', su último libro es ‘Goya en el país de los garrotazos’.

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