Eduardo Chillida destaca el vínculo de sus esculturas con la ingeniería
El escultor es investido doctor 'honoris causa' en el País Vasco
Con un discurso en el que vinculó sus esculturas con las obras de Ios ingenieros, Eduardo Chillida fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad del País Vasco. El escultor, que en su día abandonó la carrera de Arquitectura, reconoció que la relación entre su obra y la ingeniería es estrecha: "Mi obra, mis aceros y sus tensiones, mis hormigones y su densidad, han estado siempre muy cerca de difíciles proyectos de ingeniería", afirmó.
El acto de investidura se realizó en el aula magna de la Escuela de Ingeniería durante la apertura oficial del curso 1997-1998 de la Universidad pública vasca. En sus 100 años de historia, que ahora cumple, esta escuela sólo había honrado antes con un honoris causa al actual rey Juan Carlos, cuando aún era Príncipe de España. La UPV ha galardonado a Eduardo Chillida, que hizo su juramento en euskera, "por su contribución a la trascendencia de las técnicas de manufactura, forja y fundición de honda raigambre en la cultura industrial vasca".Las íntimas reflexiones que Eduardo Chillida leyó nerviosamente, ideas recogidas en sus apuntes. "a lo largo de muchos años", trataban diversos aspectos de su trayectoria. Con frases cortas, el autor se refirió a la experiencia la evolución de su percepción artística, su batalla "irracional" contra la gravedad -"la gran batalla que ocurre en la vertical entre las fuerzas que suben y las fuerzas que bajan"- y su deseo de conocer.El autor de El peine de los vientos, en la bahía de La Concha, rescató una definición de sí mismo: "Para mí la geometría no existe; soy un fuera de la ley, eso está clarísimo". Rechazó la experiencia, por "conservadora", y admitió que su deseo de conocer ha provocado con frecuencia que !u obra lleve `-una marcha, discontinua"
.Sin embargo, insistió en que proseguirá su búsqueda por senderos desconocidos: "Me interesa más la experimentación que la experiencia. También prefiero el conocer al conocimiento".El lehendakari José Antonio Ardanza, quien presidió el acto -en el que también intervinieron el rector Pello Salaburu y el catedrático Javier Muniozguren, queapadrinó al escultor-, le dijo: "Eres uno de los máximos exponentes del arte mundial de este siglo. Todos los Vascos nbs sentimos muy orgullosos de ello". Y recordó "esas moles de corte moderno que vas sembrando en calles y plazas a lo largo y ancho del mundo.Chillida, de 73 años, no esperó a que el rector de la UPV le impusiera el birrete. Se lo quitó de las manos para. colocárselo él mismo antes de leer sus ocho folios. El escultor ya había recibido la medalla .de oro de la Universidad en 1985. Javier Muniozguren hizo suya una definición que el poeta Gabriel Celaya hizo de Chillida: 'lngeniero proyectista y dictador de sueños, ingeniero de sueños".Chillida y el rector de la Universidad recordaron el logotipo de la UPV que el propio Chillida realizó. El anagrama aún vigente, simboliza el árbol de la ciencia.
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