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CiU ratifica su compromiso con Maastricht, acrecentado tras el anuncio de ruptura del PNV

Convergència i Unió está dispuesta "a asumir la responsabilidad" de llevar a España a la moneda única, que se "concentra" sobre la coalición una vez que el PNV ha anunciado que da por roto el pacto de gobernabilidad con el Gobierno del PP, dijo anoche Pere Esteve, secretario general de CDC. Como contrapartida, los nacionalistas catalanes confían en que el Gobierno se muestre receptivo a sus demandas y negocie con ellos el proyecto de Presupuestos del Estado para 1998 antes de que el Consejo de Ministros lo apruebe el próximo viernes.

Esteve aprovechó el anuncio de Xabier Arzallus para recordar que los nacionalistas catalanes han sido Ios únicos" que han "remado siempre en la misma dirección", tanto con el Gobierno del PSOE como con el del PP. "Cuando se explique el éxito de Maastrich", agregó, " nadie podrá discutir que la única fuerza política que siempre ha trabajado en ese sentido ha sido CiU".Por si quedaba alguna duda el secretario general de CDC utilizó un símil: "No seremos nosotros quienes, tras haber preparado el escenario para hacer La Bohème, hagamos ahora Madame Butterfly, presione quien presione", dijo para ratificar el compromiso de CiU con el objetivo de la moneda única.

Por la mañana, el comité de enlace de CiU había preparado la recta final de la negociación presupuestaria con el Gobierno. En conferencia de prensa, Esteve manifestó la necesidad de que el Gobierno llegue a un acuerdo global antes de que el Consejo de Ministros apruebe el viernes remitir a las Cortes el correspondiente proyecto de ley. "Un acuerdo político", en palabras de Esteve, que actuó de portavoz de la coalición, que le ahorre a CIU tener que presentar enmiendas como hace un año. Algunas agencias emisoras de radio interpretaron sus palabras como un ultimátum. Los dirigentes de CiU decidieron poner sordina mientras tanto a sus discrepancias públicas con el PP y el Gobierno de José María Aznar para facilitar el clima negociador, pero sobre todo para no transmitir a la opinión pública la impresión de que el pacto de gobernabilidad hace agua y tiene más inconvenientes que ventajas.

En la última semana, la temperatura política entre CiU y el PP había subido varios grados, fuera porque el Gobierno parecía dispuesto a ceder al PNV cosas que negaba a los nacionalistas catalanes, o por la polémica suscitada por el abucheo en Madrid al cantautor Raimon por cantar en catalán en el festival organizado por el en torno del PP como homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua (Vizcaya) asesina do por la banda terrorista ETA.

"La voluntad de votar los Presupuestos Generales existe. De eso no hay duda", explicó Esteve. "Es cierto que estos días han estado enturbiados por el ruido provocado por otras cuestiones y sería bueno que durante esta semana hubiera menos ruido y más negociación", añadió.El Gobierno y CiU no mantienen discrepancias en los grandes asuntos, pero subsisten las dificultades en lo que se refiere a nuevas inversiones en Cataluña y a la financiación de la aplicación de la LOGSE.

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