La promotora de los cursos está de lo más tranquila"
Petra María Secanella Lizano es un personaje controvertido en la Facultad de Ciencias de la Información. Profesora de Estructura y de cursos de doctorado, además de ex vicedecana, suscita adhesiones inquebrantables y rechazos viscerales. Pero a ella parece Importarle bien poco. "Estas niñas [las denunciantes] han contado que soy el diablo con cuernos. Si es real, ya lo demostrarán", se limitó a referir ayer.Mientras otros la tienen por principal responsable de este escándalo (que mantiene enfrentados a periodistas con la Administración regional y a IU con el Gobierno), Secanella prefiere incluirse en la lista de damnificados. Asegura que ha adelantado 58 millones de pesetas de su bolsillo para sacar adelante la "escuela de gastrocatadores" y la agencia de primer empleo en comunicaciones". Y apunta: "Aquí estamos todos esperando el dinero. Yo ya me encuentro en plan de embargo, pero de lo más tranquila. Si alguien ve irregularidades es facilísimo: para eso está el Tribunal de Cuentas".
La vinculación de Secanella, ex mujer del conocido sociólogo Amando de Miguel, con la industria aceitera es un misterio. Las botellas de su aceite, presentado en Alemania y primorosamente etiquetadas con una reproducción de Los olivos de Van Gogh, las vendía en restaurantes a precios astronómicos (350 pesetas el envase de 100 centímetros cúbicos), según señalaron ayer varias personas que han trabajado con ella.
Quienes conocen los intríngulis de este negocio recuerdan que Secanella compraba el aceite a cooperativas del Bajo Aragón, Tarragona o Tole do y lo comercializaba con cinco marcas distintas. Una caja de su producto lo envió a la Casa Real como regalo a la infanta Elena por su boda, indicó un antiguo colaborador. Secanella admite que el género que comercializaba era "aceite territorio", es decir, con alguna denominación de origen, pero no de cosecha propia.
Aprobado fácil
Desde la perspectiva docente, Secanella goza de buena fama por una razón: todos los que han sido alumnos suyos coinciden en señalar que es sencillo aprobar con ella. Resuelve el curso con exámenes parciales tipo test, y, según los alumnos, sólo quienes no pisan su clase se quedan sin aprobar. Pero ello no significa, necesariamente, que deban presentarse en septiembre: se conforma con encargarles un trabajo para los meses de verano.
Su historia se resume, a los ojos de la titular del Juzgado de Instrucción número 40, en cuatro grandes archivadores de documentos. En, octubre, las ex socias que la denunciaron acudirán a declarar.
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