El desconcierto de San Antolín
El monasterio prerrománico asturiano, al borde de la ruina por desidia administrativa
La puerta de la entrada principal rota, restos de una fogata, una parrilla, tablones por el suelo, parte de una sombrilla, la chapa de una cocina de gas, piedras y basura indicaban no sólo que alguien había utilizado el templo de campamento, sino su estado de abandono. Es San Antolín de Bedón, construido en el siglo XII, uno de los más singulares templos prerrománicos que existen en el oriente de Asturias, en Naves, a una decena de kilómetros de la capital del concejo de Llanes, que corre serio peligro. No sólo de extinción, sino de ser la vergüenza que cubra a las administraciones responsables del arte. Mientras el Ministerio de Cultura y los responsables de Cultura del Principado se desentienden de lo ocurrido y manifiestan desconocer a quién pertenece este monasterio declarado monumento nacional en el año 1931, el Ayuntamiento de Llanes señala que un documento del Registro de la Propiedad certifica que la titularidad es pública.En medio de esta vergonzosa polémica de las últimas semanas llega la oferta de un asturiano residente en el País Vasco que está dispuesto a comprar esta joya arquitectónica por 50 millones de pesetas. Pero un intermediario madrileño piensa acudir a los tribunales para conseguir el reconocimiento de la titularidad pública y hacerse con la propiedad adyacente al monasterio para montar un hotel. Juan Ignacio Ruiz de la Peña, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, señala que "es absurdo a estas alturas estar discutiendo sobre quién es el propietario", y advierte que, "al ser de interés cultural, aunque fuera propiedad privada, el Estado tiene una responsabilidad de tutela", según el semanario El Oriente de Asturias. Puntualizaba que este monasterio situado en la desembocadura del Bedón fue declarado monumento histórico-artístico el 3 de, junio de 1931 mediante el Decreto 0265-M y forma parte de los 798 proclamados en un primer decreto de la II República sobre bienes culturales.
La Consejería de Cultura del Principado, según La Nueva España, ha presentado dos informes, de los ministerios de Hacienda y Cultura, que confirman que San Antolín es propiedad privada. Con los que no está de acuerdo el Ayuntamiento llanisco y su alcalde, el socialista Manuel Miguel Amieva, que asegura en el mismo diario que ejercerá "todas las acciones necesarias" para evitar que la iglesia monasterio sea inscrita en el Registro de la Propiedad por cualquier particular. La corporación municipal asegura que en una inscripción del Registro de 1870 se establece que el antepasado de los actuales titulares de los edificios que conforman el conjunto arquitectónico del antiguo monasterio compró los terrenos de San Antolín "sin más propiedad ajena que la iglesia, que corresponde al Estado, como exceptuada de la venta".
La polémica oficial puede que se prolongue durante largo tiempo, pero la conservación del templo monumental, al borde de la ruina, no puede esperar. Un concierto celebrado días pasados en sus aledaños con motivo de la festividad del santo no será suficiente para conseguir su rehabilitación.
Babelia
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