Portugal aprueba una reforma constitucional que autoriza referendos sobre la UE

Tras casi un año de negociaciones entre las fuerzas políticas, el Parlamento portugués probó ayer una profunda reforma de la Constitución que autoriza la convocatoria de referendos "para cuestiones de relevante interés nacional" como el futuro del Tratado de Maastricht, consulta que han prometido al país los partidos lusos. La cuarta revisión constitucional desde la revolución de los claveles establece una modernización política y electoral, así como una importante reforma del aparato judicial. El texto será promulgado hoy por el presidente de la República, Jorge Sampaio.

La nueva revisión, aprobada con la oposición de populares, comunistas y el diputado del Partido Socialista Manuel Alegre, y la abstención de ocho socialistas, fue definida por el primer ministro socialista, Antonio Guterres, en estos términos: "Constituye una victoria de Portugal que mejora nuestra democracia y que me satisface profundamente, porque de esta manera se demuestra que los socialistas cumplimos lo que prometemos".El nuevo texto constitucional aprobado por más de los dos tercios del Parlamento portugués autoriza la convocatoria de referendos para cuestiones de "relevante interés nacional que deban ser objeto de convención internacional" como la reforma del Tratado de Maastricht o todo tipo de cuestiones europeas, excepto en aquellos casos "relativos a la paz y a la rectificación de fronteras".

Asimismo, estas alteraciones permitirán que las consultas populares puedan ser solicitadas a iniciativa de los ciudadanos, mediante una propuesta dirigida a la Asamblea de la República "en los términos y plazos fijados" por una futura ley que desarrollará este precepto constitucional. En este ámbito, los emigrantes obtienen "el derecho a participar" en tal tipo de consultas siempre y cuando la materia les afecte directamente. Asimismo, los residentes en el extranjero alcanzan también el derecho al voto en las elecciones presidenciales, condición hasta ahora prohibida por la legislación.

El nuevo texto consagra también la convocatoria de referendos regionales y locales, exigidos insistentemente por algunas fuerzas políticas de la oposición, especialmente por el conservador Partido Social Demócrata, de cara al futuro proyecto de regionalización del país.

Entre las novedades aprobadas para el nuevo sistema electoral destacan la posibilidad de reducir del número de diputados (de 230 a 180), el establecimiento de circunscripciones electorales uninominales (que deberán respetar siempre la representación proporcional y el método D'Hont) y la autorización para que ciudadanos independientes puedan presentarse como candidatos a las elecciones locales sin la necesidad de concurrir bajo las siglas de ningún partido.

En el área judicial, el nuevo texto establece una ampliación de competencias del Tribunal Constitucional y restringe a un solo mandato el ejercicio de sus magistrados y del fiscal general del Estado por un máximo de nueve y seis años, respectivamente. Los tribunales militares serán extinguidos progresivamente hasta quedar completamente prohibidos en tiempos de paz, y el servicio militar obligatorio irá desapareciendo gradualmente para alcanzar un Ejército compuesto exclusivamente por profesionales.

Defensa de los ciudadanos

Asimismo, son autorizadas diversas mejoras para garantizar el derecho de los ciudadanos a los recursos y su defensa en los procesos judiciales, y se amplía la acusación popular para todo! aquellos casos que defiendan el patrimonio del Estado, las regiones autónomas y los gobiernos municipales.

El nuevo texto prohibe la clonación de personas y obliga a los legisladores a "garantizar la dignidad personal y la identidad genética del ser humano, especialmente en la creación, desarrollo y utilización de nuevas tecnologías y la experimentación científica". Por otro lado, refuerza la prohibición constitucional del trabajo infantil, reconociendo expresamente el derecho a la reparación de los daños sufridos por las víctimas en el trabajo.

A las 16.50 de ayer, en Lisboa (una hora más en territorio peninsular español), el presidente de la Asamblea de la República, Antonio Almeida Santos, dio por finalizada la sesión parlamentaria agradeciendo "el esfuerzo y el empeño" de todos los diputados que han participado activamente en la cuarta reforma constitucional portuguesa en los últimos 23 años.