Un experto acusa en Francia a Greenpeace de "integrismo"

Charles Souleau, epidemiólogo y presidente del comité científico que estudiaba el impacto "radioecológico" de una fábrica de reciclados de residuos radiactivos en La Hague (Normandía), ha declarado que abandonaba su cargo ante "la visión totalitaria de los Verdes" que, en nombre de "las mejores intenciones", pretenden crear "un infierno como los de Pol Pot o Mao Zedong".Souleau había sido nombrado por la anterior ministra del Medio Ambiente, Corinne Lepage, y no ha soportado que la nueva titular, la verde Dominique Voynet, haya prohibido la pesca y la navegación de placer en la zona conflictiva, es decir donde la fábrica vierte al mar sustancias radioactivas, entre ellas yodo 129.

Mientras Greenpeace sostiene que los vertidos contienen una radiactividad "anormalmente elevada" y la revista British Medical Journal publica un estudio de Jean-François Viel que parece detectar entre los jóvenes de la zona un número de casos de leucemia superior a la media nacional, Souleau mantiene que "es imposible establecer una relación de causa-efecto".

Souleau se presenta como víctima de una "secta integrista", que ve como un "Templo Solar verde" que empuja "a los ciudadanos corrientes al suicidio colectivo". Para él, Viel "fue manipulado por la prensa, anglófona" y por Greenpeace, que defienden un ecologismo "de naturaleza religiosa, integrista".

[Cuatro miembros de Greenpeace se encaramaron ayer a la plataforma petrolera que navega a lo largo de las islas Shetland y en la que desde hace una semana se instalaron tres compañeros, para impedir que la plataforma llegue al campo petrolífero de Foinhaven, en el Atlántico Norte.]