Rato augura que el déficit de 1998 se reducirá más de lo previsto en el plan de convergencia

La positiva evolución del consumo, los precios y el empleo ha disparado el optimismo del Gobierno. El ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, auguró ayer para 1998 "una importante reducción del déficit público, incluso mayor de lo previsto en el programa de convergencia", y se mostró convencido de que ello permitirá reducciones adicionales de los tipos de interés. El vicepresidente segundo aseguró que en 1998 no habrá aumento de la presión fiscal. Garantizó, en cambio, que el Gobierno hará esfuerzos claros para profundizar la liberalización de la economía.

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía se mostró ayer convencido de que la reducción del déficit público en el año 1998 "garantizará una bajada de tipos de interés". "Si el Banco de España lo decide así, como es natural", precisó Rodrigo Rato.El programa de convergencia -o, más propiamente, el plan de estabilidad que seguirá imponiendo disciplina fiscal a los países de la UE tras el examen del euro- prevé para 1998 un déficit público del 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Por el momento, el Gobierno no ha variado esa previsión, pero Economía estudia desde hace semanas una revisión de una décima a la baja acorde con la buena marcha de los indicadores macroeconómicos y la posibilidad de que continúen mejorando.

Buenas perspectivas

Y Rato piensa que así será. "El año 1998 será muy positivo para la economía española", aseguró. "Se mantendrá la tendencia positiva de este año, en que tenemos unos precios al nivel de los países centrales europeos, unas exportaciones muy pujantes y una creación de empleo como no se ha conocido en mucho tiempo, con más de 1.000 nuevos puestos de trabajo diarios en el primer trimestre".Tras un encuentro con el presidente de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso, el ministro declaró que en 1998 se buscarán nuevos incentivos a los sectores productivos y garantizó, sin precisar detalles, que no aumentará la presión fiscal.

Rato había interrumpido sus vacaciones para intervenir en un lebate sobre El futuro del Estado del bienestar en una sociedad globalizada en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.

A las jornadas acudió también Michael Camdessus, presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien se mostró convencido de que España entrará en el vagón de cabeza de la unión monetaria, pero exigió a todos los países de la UE un mayor esfuerzo para llevar a cabo una reforma sólida del mercado de trabajo. "Hay que ser serios con las reformas estructurales, particularmente con las que afectan al mercado laboral", dijo Camdessus.

El presidente del FMI considera que hay "una enorme timidez en ese terreno" y que la mejor forma de crear empleo es flexibilizar el mercado de trabajo, un paso que "los Gobiernos no se atreven a dar.

El ex ministro de Economía socialista Carlos Solchaga, que también intervino en el encuentro santanderino, coincidió con Rato en que la situación de la economía española es "realmente buena", pero vino a poner un contrapunto de caución al optimismo del vicepresidente sobre la evolución del déficit.

Reformas estructurales

Según Solchaga, el Gobierno no ha abordado reformas estructurales serias que puedan atajar la tendencia al crecimiento del gasto público, y ello conlleva el peligro de que, si sobreviene una recesión del ciclo económico, el déficit público vuelva a repuntar y ponga en aprietos el cumplimiento del pacto de estabilidad.Solchaga criticó, por ejemplo, que el Gobierno ande enredado con las comunidades autónomas en una interminable discusión sobre si la sanidad pública está o no suficientemente presupuestada. "Ni la sanidad ni nada están nunca suficientemente presupuestadas", señaló. "Siempre se puede gastar más en sanidad y en otros capítulos, pero es imprescindible poner un límite, y el Gobierno no parece dispuesto a hacerlo", afirmó.