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El yacimiento de Cal Guardiola, en Terrassa retrata la Europa de hace un millón de años

Los paleontólogos no descartan hallar evidencias de presencia humana

Jacinto Antón

La construcción de las nuevas edificaciones de la Mútua de Terrassa destinadas a dependencias geriátricas ha sacado a la luz restos de hace un millón de años. Los fantasmas de hienas gigantes y primitivos hipopótamos, entre otras bestias prehistóricas, pululaban bajo el terreno anexo al recinto hospitalario, en pleno centro de la ciudad, envueltos en un manto de cieno y piedra del Cuaternario. Las excavaciones en el lugar, conocido como Cal Guardiola, han arrojado millares de restos de fauna y flora. El yacimiento, según los investigadores, es excepcional y constituye "la mejor ventana" para asomarse al mundo que el hombre encontró en Europa al llegar desde África.

Geológicamente, la Mútua se encuentra junto a una vieja riera que acumuló sedimentos aluviales. Los diferentes análisis científicos de restos componen la imagen de un paisaje mediterráneo con condiciones más áridas que las actuales: una estepa templada en la que dominan las gramíneas y unas zonas boscosas concentradas junto a ríos y lagúnas. La existencia de cañizo y plantas acuáticas apunta a que también había áreas pantanosas con aguas estancadas. Por este paisaje del final del pleistoceno inferior deambulaba una amplia muestra de fauna- (en el yacimiento están representadas al menos 27 especies), desde topillos hasta imponentes vertebrados como los rinocerontes del género stephanorhinus, los elefantes antepasados del mamut (archidiskodon), los hipopótamos (hippopotamus amphibius) -de los que se han recogido los esqueletos casi completos de dos adultos y una cría-, y el gran ciervo de astas palmeadas (megaceros).Las obras de fundamentación de la ampliación del hospital de la Mútua pusieron al descubierto los primeros restos del yacimiento y acto seguido comenzaron las excavaciones de urgencia, cuya primera fase se ha desarrollado del 2 de abril al 14 de julio pasados, a cargo de medio centenar de especialistas. Ayer, los responsables de la investigación presentaron un primer balance de sus trabajos y destacaron la riqueza "única" de Cal Guardiola. "El área excavada es de 256 metros cuadra dos con una profundidad media de dos metros y medio", señaló el paleontólogo Salvador Moyá, miembro del Instituto Miquel Crusafo de Sabadell y bien conocido, por su estudio de los célebres driopitecos (simios primitivos) del yacimiento de Can Llobateres. "En total han aparecido 1.794 restos óseos y 1. 100 de vegetales, básicamente troncos, que salían hasta enteros y con raíces, e incluso algunos frutos, como nueces, bien conservados". Las 27 especies de vertebrados, que incluyen elefantes antecesores del mamut, una rana, un pez, una tortuga, un caballo primitivo, un bisonte y una mona (macaca silvana),- "suponen una diversidad faunística muy importante".

Moyá atribuyó en buena parte la gran concentración de huesos a la actividad de las gigantescas hienas cazadoras pachycrocula brevirostris, denominadas así por su morro corto, y dé las que han aparecido, además de restos coprolitos (excrementos sólidos) en extraordinaria cantidad.

No se ha -encontrado en la excavación, ningún testimonio de presencia humana, pero los investigadores no la descartan. "La posibilidad de encontrar aquí los primeros europeos existe", afirman.

Jordi Agustí, director. del Crusafont y especialista en la evolución de micromamíferos, señaló que la presencia de dos de éstos (mimomys savini y allóphaiomys burgondiae) en Cal Guardiola permite datar con alta precisión el yacimiento. "Estamos en un época de cambio faunístico en la qué es frecuente la aparición del hombre. Es una época algo más antigua que. la de Gran Dolina en Atapuerca, de 800.000 años. Y exactamente la misma que la de Fuentenueva 3, en la cuenca Guadix Baza, en la que está atestiguada la industria más antigua de Europa".

En todo caso, a la espera de que la segunda fase de excavaciones, en otoño, arroje nuevos restos, los investigadores resaltan que Cal Guardiola muestra como una fotografía el paisaje y las condiciones ambientales que se encontraron los primeros colonizadores de Europa.

Las excavaciones tienen un presupuesto de 66 millones de pesetas que pagan la Generafitat de Cataluña, la Diputación de Barcelona y la Mútua de Terrassa. Actualmente sigue la obra civil, detenida tres meses, y no está previsto que el yacimiento, que se seguirá excavando en los sótanos cuando el edificio esté ya alzado, se conserve. Los mossos d'esquadra, la policía autonómica, -investiga la desaparición de un diente de hipopótamo prehistórico.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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