El parque nacional de los Picos de Europa

Los recientes acontecimientos vividos en el parque nacional de los Picos de Europa no han hecho sino poner de manifiesto el caos de gestión al que ha sido abocado el más extenso de nuestros parques nacionales y que ha culminado con el nombramiento de Jesús Casas con el objeto de intentar paliar una situación insostenible. Suerte.Pero el problema más grande del parque no es que las comunidades autónomas ignoren su normativa vigente por el artículo 33, sino la pretensión del Gobierno del Principado de, en un alarde de demagogia cementera, construir una carretera al caserío de Bulnes, destruyendo así la canal del Tejo, una de las más emblemáticas del Macizo Central. Es una obviedad que el problema de los vecinos de Bulnes debe ser solucionado sin necesidad de destruir el patrimonio de todos.

Existe ya un desgraciado precedente, no necesariamente inconexo. Con el Gobierno socialista en el Principado, se abrió, a base de dinamita, una pista al collado de Pandébano. El objeto de esta pista, que destrozó uno de los parajes más peculiares de los Picos desde el punto de vista de su biodiversidad, era facilitar el uso agrícola de los prados de este collado a los vecinos de Sotres. Para asegurar que dicha pista sólo se dedicaba a este fin se instaló una verja con un candado del que sólo tenían llave los vecinos de Sotres. Al poco tiempo, la verja había saltado por los aires y hoy la pista de pretendido uso agrícola es recorrida en temporada alta y sin que nadie lo impida por centenares de vehículos particulares, incluyendo todoterrenos a los cuales la pista se les queda corta y hacen su Camel-Trophy particular con absoluta impunidad en este paraje. Uno debe ser nacesariamente malpensado y recordar una antigua pretensión de unir la pista de collado Pandébano con la carretera de Bulnes por la canal del Tejo, viejo proyecto para el cual sólo haría falta tender unos pocos kilómetros más de pista, y que culminará con intolerable éxito una de las agresiones palsajísticas más importantes (si no la mayor) en nuestros parques nacionales.

El parque nacional de los Picos de Europa ya tiene suficientes problemas por la impunidad con la que se cometen transgresiones de su normativa, como el mencionado uso descaradamente delictivo de la pista del collado Pandébano. Es imprescindible dotar de recursos humanos y materiales a la dirección para que esto no ocurra. Es obvio que el reclutamiento de personal de los municipios afectados sin duda mejoraría la integración de la población de éstos con la gestión del parque. También es obvio que, de prolongarse esta situación, se producirán daños irreversibles en un parque que espatrimonio de todos los españoles-