El hidalgo y el espectáculo
El espectáculo fuera de programa lo brindaron ayer dos actores magníficamente disfrazados de don Quijote y Sancho Panza. A modo de teatral anuncio de un libro titulado Sutilezas de un idiota, de Gao Editores, el cómico ataviado de hidalgo asustó a la comitiva oficial al grito de "Busco a Dulcinea y ni siquiera su Majestad me ayuda a encontrarla". Mientras don Quijote contestaba sin perder el papel a las preguntas de los periodistas -"¿de dónde vengo? De la Mancha, por supuesto"-, los agentes de seguridad de las autoridades emplazaban con firmeza a los actores para que se apartaran y no dieran más voces."Retírense y no den el espectáculo", exclamó un policía de paisano. A lo que don Quijote replicó indignado mientras se retiraba hacia una caseta: "Por Dios, por Dios, un hidalgo nunca es un espectáculo". El incidente no tuvo mayor trascendencia, pero reveló la incomodidad que suscitan las palabras de don Quijote cuando descienden de los paneles que adornan la entrada a la feria a la representación en vivo.
Babelia
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