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Embargo, del error al crimen

Se debe revisar la política de embargos urgentemente. ( ... ) Hace siete años que la ONU impuso a Bagdad sanciones, tras la invasión de Kuwait en 1990. El objetivo era el de sancionar al régimen iraquí y disuadirle de toda veleidad de reincidencia. Irreprochable; pero en teoría únicamente, porque las sanciones no tuvieron nada en cuenta a los iraquíes. Como aquello que dijo un día una Margaret Thatcher particularmente mal inspirada: los desafortunados no pueden ser considerados colectivamente responsables, cuando menos, de la invasión de Kuwait ni de los metodos del Gobierno de su presidente dictador. Ellos son, al contrario, las primeras víctimas. La intención original de EE UU ( ... ) era en realidad más cínica: llevar a la población al límite e incitarla a derribar al régimen. ¿Dónde estamos siete años después? Hussein está todavía en el poder y no está listo para ser expulsado. (...) Completamente aislado del mundo y prácticamente desprovisto teniendo en cuenta que el petróleo que no puede exportar es su principal fuente de ingresos y el sector petrolero el principal empresario, Irak carece de todo. El sistema sanitario es siniestro. La ración alimenticia se ha reducido a la mitad. La fórmula petróleo por alimentos casi no alivia sus sufrimientos. (...) Para que un embargo sea eficaz requiere ser dosificado, tanto en su objetivo como en su duración. (...) Intentar mantenerlo sería criminal., 14 de mayo

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