El Estado obtuvo un superávit de caja de 407.000 millones en abril

El balance de caja del Presupuesto del Estado registró el pasado mes de abril un superávit de 407.000 millones de pesetas, cifra superior en un 45,8% a la del mismo mes del año anterior, según informó ayer en el Congreso el secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado. Durante el primer cuatrimestre del año y si se elimina el pago de 96.000 millones de pesetas, correspondientes a obligaciones pendientes de pago de, ejercicios anteriores, el déficit de caja aumentó un 2,4%, tasa "prácticamente de equilibrio", según Folgado.En abril, los ingresos no financieros del, Estado crecieron un 10,4%, pese a que Hacienda aumentó su ritmo de devoluciones en los impuestos sobre la renta, IVA y sociedades. Por su parte, los gastos no financieros aumentaron un 4% en relación a la cifra del mismo mes de 1996.

En su comparecencia cuatrimestral ante la Comisión de Presupuestos del Congreso para dar cuenta de la ejecución del primer trimestre del año, Folgado explicó que la mejoría en las cuentas públicas en abril irá seguida de un comportamiento "algo peor" en mayo y junio, aunque "está controlado y previsto".

Por tanto, la evolución de las cuentas del Estado "no parece indicar tensiones" por lo que Economía "descarta ajuste presupuestario alguno en este momento" si bien el Gobierno "está firmemente decidido a cumplir el objetivo de reducir el déficit público al 3% del PIB en 1997. Para ello, "si fuera necesario adoptaría las medidas oportunas", explicó Folgado.

El portavoz socialista en esta Comisión, José Borrell, aseguró por su parte que el Gobierno concibe Maastricht "como una carrera al sprint y, para llegar venden todo, hacen artificios contables y permiten que la Seguridad Social no pague". Los datos aportados ayer por Folgado reflejan, según Borrell, "un ajuste presupuestario encubierto", dado que la inversión pública apenas se ha ejecutado en un 10%.

El diputado de IU Joan Saura calificó de "regresivas" las medidas fiscales adoptadas hasta ahora por el Gobierno y mostró su preocupación por la evolución de las cuentas de la Seguridad Social.